«Escucho muchas entrevistas en donde los grupos dicen ‘Ay, nos llevamos bárbaro’. Y la verdad es que quizás nosotras no tanto. Tenemos personalidades fuertes y discutimos bastante, siempre de forma constructiva, pero discutimos”, dice Lowrdez Fernández, entre risas pero con una honestidad incuestionable. A su lado, Valeria Gastaldi y Lissa Vera la miran y asienten.
En tiempos de furor juvenil, giras por el mundo y millonarios contratos discográficos, que las integrantes de Bandana hablaran con tanta tranquilidad sobre sus problemas y diferencias entre sí hubiese sido impensado.
Pero, por donde se lo mire, este grupo se parece poco a aquel que nació como producto comercial del reality Popstars en 2001. Ya sin Ivonne Guzmán ni Virgina Da Cunha entre sus filas, la agrupación perdió integrantes pero ganó en contundencia.
El trío que hoy conforma Bandana consiguió apoderarse del nombre de la banda, y con ello, las decisiones, que ahora se toma, de forma más democrática. “Tenemos 30 y pico de años y una va solidificando la personalidad, mostrando lo que quiere mostrar y lo que no quiere no. En eso también nos respetamos”, asegura Lissa, de 36 años y madre de Cata de 4, y añade: “Creemos mucho en los pasos sólidos y pequeños antes que grandes e inestables. Cuando empezamos a dedicarnos, nosotras sentimos mucha responsabilidad de hacerle honor al background de nuestras canciones y de nuestro público”.
En esta tensión existe el Bandana actual: la constante creación y la actualización musical, que es y fue siempre lo más importante para ellas, y el eterno vínculo con esos rotundos hits inolvidables para sus fanáticos de la primera hora. “Hoy disfrutamos del Bandana del pasado. Nos encanta hacer los shows y quienes vienen a vernos también lo disfrutan porque abajo del escenario se da otro espectáculo. La madre que venía a traer a la nena hoy viene como abuela, con su hija y su nieta. Hay Drag Queens y nenes de 5 años. Es una locura hermosa”, cuenta Lowrdez sobre su público, donde se matizan los fieles seguidores con la nueva audiencia.
“Teníamos 20 años y el país estaba pasando por un momento de mierda. A mí se me murieron mis tres abuelos y yo estaba con una sonrisa de oreja a oreja en MTV”, relata Lowrdez sobre aquella época en que todavía era una niña, pero ya debía enfrentarse con problemas de adulto.
Aun así, las tres integrantes reconocen cierto orgullo personal por lo que en ese momento ya podían advertir: “Ya estábamos empoderadas. Somos trabajadoras desde muy chiquitas. Lo vivimos con mucha pasión y sólo mirábamos para adelante. Bandana fue un trampolín maravilloso para nuestras carreras, pero sabíamos que la fama no es un fin, sino un medio para comunicar algo que estás haciendo”.
En ese momento, Gustavo Yankelevich, histórico productor televisivo y encargado de dirigir el grupo desde sus comienzos, fue un gran referente a la hora de iniciarse en la industria musical. “Gustavo nos ha enseñado todo lo que sabemos”, dice Valeria, a lo que Lowrdez añade: “Yo le he discutido mil cosas porque soy una discutidora serial y, sin embargo, nos hacía poner las peluquitas y vendíamos millones de discos. No lo podía creer. El que sabe, sabe. Es un tipo con mucha humildad que la tiene recontraclara”.