En un duelo típico para comerse las uñas (por lo que se jugaban), Gimnasia le ganó 3-1 a Tigre y lo hundió más en la zona del descenso.
El partido que abrió la fecha 17 de la Superliga se jugó en el Bosque platense en una cancha que se notaba nerviosa, ya que el Lobo también tiene un flaco promedio y necesitaba sumar con urgencia de a tres.
Recién a los ocho minutos de la segunda etapa, Lorenzo Faravelli inauguró el marcador para el dueño de casa, después de haber jugado los primeros 45 con cinco defensores y casi no llegar al arco rival.
El uruguayo Hugo Silveira empató transitoriamente para el Matador, a los 26. Pero Maximiliano Coronel, a los 38 minutos, aprovechó una pésima salida del arquero Gastón Guruceaga para volver a poner al frente al Tripero.
Y cuando quedaban pocos minutos, el peruano Alexi Gómez la clavó en el ángulo desde afuera del área para poner cifras definitivas de un triunfo muy necesitado y festejado por Pedro Troglio y los suyos.
Así, Gimnasia interrumpió una racha de seis encuentros sin ganar (un empate y cinco derrotas) con una performance que mostró altibajos, pero que le alcanzó para tomar oxígeno en la pelea por el descenso. Por su parte, Tigre no encuentra respuestas y se complica cada vez más con el promedio, manteniéndose en el último lugar de la tabla, a ocho puntos de San Martín de San Juan, el quinto de abajo para arriba (el primero que se salva).
