La expresidente Cristina Fernández de Kirchner competirá en las próximas elecciones presidenciales en octubre porque es la única candidata peronista con una alta popularidad, dijeron a Reuters dos fuentes que participan de su estrategia política.
Los candidatos tienen tiempo hasta junio para postularse. Si la expresidente confirma oficialmente su candidatura deberá enfrentar en los comicios al actual mandatario, Mauricio Macri, y probablemente a otro candidato del peronismo no alineado.
“¿Puede hacer otra cosa? Yo creo que no. Va a ser (candidata) porque no tiene otra opción. Todos piden que sea. Si no lo es, lo único que le queda es el ostracismo”, dijo a Reuters una de las fuentes bajo condición de anonimato.
Las encuestas muestran paridad entre Cristina -que gobernó el país entre 2007 y 2015- y Macri, con cerca de un 30 por ciento de los votos cada uno, mientras que los demás potenciales candidatos aparecen muy por debajo.
Muchos peronistas se han distanciado de la expresidenta al considerar que tenía un liderazgo demasiado personalista. Además, reiteradas acusaciones de corrupción ante la Justicia golpearon la imagen de la ahora senadora.
Sin embargo, Cristina sigue siendo – por el momento- la única dirigente de la oposición con una alta adhesión popular, particularmente entre la clase baja, lo que ha llevado a muchos dirigentes peronistas a volver a respaldar a la exmandataria.
Un sondeo reciente en manos de Unidad Ciudadana, el partido de la expresidenta, arrojó una intención de voto del 36 por ciento para la exmandataria y una ajustada victoria sobre Macri en una eventual segunda vuelta, según la fuente.
La fuente dijo que Unidad Ciudadana aspira a sumar a otras facciones del peronismo -actualmente dividido en tres grandes ramas-, como la que representa Sergio Massa, aunque consideró que otros sectores más conservadores no apoyarán a la exmandataria.
“Me parece que no tiene más remedio que ser (candidata). Cristina es la mejor candidata. No hay ninguno que mida casi nada alrededor de ella”, señaló la otra fuente, que consideró que ha habido grandes avances en las últimas semanas para lograr una mayor unidad del peronismo.
Argentina atraviesa una crisis como consecuencia de la fuerte devaluación del peso que sufrió en 2018, que alimentó la una alta inflación y llevó a una recesión.
El Tribuno