El sacerdote Antonio César Fernández, asesinado el viernes 15 de febrero en Burkina Faso, Africa Occidental, dejó en un video su testamento espiritual, en el que señalaba que no merecía la vocación salesiana, una gracia que vivió durante más de medio siglo.
El religioso tenía 72 años de edad. Recibió tres disparos, durante un ataque yihadista. El atentado contra los salesianos en Burkina Faso ocurre en el marco de la ola de violencia que asola al país desde 2015, ante el recrudecimiento del terrorismo tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, en la que este país asumió la presidencia rotatoria.
Fernández nació en el municipo español de Pozoblanco (Córdoba) el 7 de julio de 1946, fue misionero en diversos países de África desde 1982, siendo fundador en dicho año de la obra salesiana en Togo, que fue su primer destino. Tenía 55 años de salesiano y 46 de sacerdote.
El mensaje
“Buenos días, tengo 50 años de salesiano, profeso perpetuo. Entonces, lo que puedo deciros es que vivir la vida salesiana, la vocación salesiana, es una gracia del Señor, una serie de gracias encadenadas”, dice el sacerdote en un video difundido en las redes sociales.
“Lo único que puedo decir es que he recibido muchos beneficios del Señor, justamente en contacto con los jóvenes. Son los jóvenes en los diferentes lugares donde he estado los que me han ido enseñando a ser salesiano y a ser lo que ahora mismo soy”, prosigue.
“Entonces es una acción de gracias porque yo no merezco esa vocación, una vocación que me sobrepasa. Entonces, muchas gracias al Señor”, afirma.
“Aliento a quien siente esta vocación a que verdaderamente la cumpla. Si bien no es fácil, es una alegría poder servir a la congregación y a los jóvenes. Muchas gracias”, concluye el sacerdote en francés.
El ataque
Los atacantes detuvieron el vehículo en el que viajaba el salesiano español con otros dos salesianos togoleses. Durante una media hora registraron el vehículo, y después se llevaron a Antonio César hacia el bosque, donde fue asesinado, según informaron desde la Oficina de Comunicación de los Salesianos de España.
Estos salesianos volvían a su comunidad en la localidad de Uagadugú (Burkina Faso) después de haber participado en el Capítulo Provincial de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO) que se había celebrado en Lomé (Togo).
“La Congregación Salesiana expresa su profundo dolor por la trágica muerte del salesiano, y quiere estar cerca de su familia y de los hermanos de su comunidad. Al tiempo que condena toda forma de violencia, se reafirma en su voluntad de seguir trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo”, señala el comunicado.
“Esto fue, precisamente, lo que movió a Antonio César Fernández para entregar su vida como misionero salesiano al servicio del Evangelio”, agrega.
El Tribuno