Pero esto solo será el piso del aumento a aplicar. Hoy mismo o en los próximos días, las petroleras trasladarán también al público en el alza que se registró en la cotización internacional del petróleo desde el 1 de este mes, cuando Shell definió los nuevos precios de febrero, seguida a los pocos días por las otras compañías.
A esto se suma que desde el 1 de este mes, el tipo de cambio avanzó un 3,9%, pasando desde $38,31 a $ 39,83, tomando el dólar tipo vendedor del Banco Nación.
En este contexto, las petroleras pueden hacer coincidir hoy el aumento en los impuestos con la actualización del valor del crudo y del dólar, o aplicar todo el incremento de este mes durante el fin de semana o dividirlos en dos etapas, siendo esto último lo menos probable.
Considerando que ya hay entre 2,5% y 3% de alza por los gravámenes, el aumento final podría ubicarse en marzo en un 6% por lo menos.
Según algunas fuentes poco optimistas, en tanto, el ajuste, sin tomar impuestos, no sería inferior a la inflación esperada para el primer bimestre del año que se ubicaría alrededor del 6,5%, porque en febrero el alza fue de menos del 2% y en enero hubo una leve rebaja del 1% en los precios de los combustibles. De acuerdo a esta opinión, las refinadoras no quieren quedarse rezagadas con relación al resto de los precios de la economía.
Esto volverá a impactar sobre los índices de precios confirmando los pronósticos que prevén inflación alta por lo menos hasta mayo. Aunque las persistentes alzas en los combustibles influyen en toda la economía, no hay indicios hasta hoy de que el Gobierno intente negociar un sendero de aumentos con las petroleras, y se mantiene firme el concepto de que los precios tienen que seguir estando desregulados y alineados con los valores internacionales.
Por otra parte, la relación Gobierno-petroleras no transita un buen momento. Ayer trascendió que la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos presentó al Enargas una carta en la que reclama que se respete la dolarización de los precios del gas, de modo que el valor pactado en dólares al principio del semestre se mantenga en esa moneda al momento en que las distribuidoras pagan el producto.
O sea, se reclama marcha atrás con el decreto que prohibió trasladar a las distribuidoras y desde éstas a los usuarios, las eventuales diferencias de precios surgidas de una devaluación.
Silvia Peco/Ámbito