21 años tenía allá por 1983 cuando llegó, desde Uruguay, por primera vez a River. Hoy, 36 años después, nos recibe en el Monumental, su segunda casa, como él la define. En una charla íntima con Infobae en la sala de honor del club, habló sobre su pasado como jugador, de la selección uruguaya y su presente como manager de River Plate.
El «Flaco» -así lo apodan sus amigos- dio la vuelta olímpica en la temporada 1985/86 en su primera etapa como jugador del «Millonario» y fue goleador con 25 tantos. En aquel 1986 no pudo terminar la Copa Libertadores, ya que fue vendido a Francia. Ocho años después volvió a River a darse una revancha. Logró el Torneo Apertura de manera invicta y en 1996, siendo el extranjero que más goles anotó, se consagró campeón de América. Un año después decidió retirarse del fútbol profesional con un inolvidable partido despedida frente a Peñarol. En 2014 vuelve a vincularse a River como secretario técnico del club y fue el encargado de traer a Marcelo Gallardo. A partir de allí comienza una de las épocas de mayor éxito de la institución.
— ¿Qué diferencias encuentra entre el título de 1996 y el de 2018?
— Para mí la del 96 tiene un significado único porque jugué y realmente la gané, o fui parte de quienes ganamos esa Copa. Cuando uno está en el lugar en el que estoy hoy como manager o secretario deportivo, uno está más en un lugar de acompañamiento. Lo que pasa es que esta última fue muy fuerte, por el rival, por todo lo que pasó, por ir a jugar a España… Muchas cosas que nos tuvieron más de un mes en vilo por ese partido.
— ¿Cómo ve a Uruguay para la Copa América en Brasil?
— Bien. Uruguay está pasando por una etapa de confort. Siempre tuvo altibajos. Mi época fue una de esas, en épocas anteriores también. En estos últimos períodos, en esta segunda etapa del «Maestro» Tabárez, pudo conseguir un equilibrio. Puede ganar o perder, pero juega igual. La base de los jugadores está. Por primera vez en la historia un técnico dura tanto tiempo. Y eso habla bien de la Selección porque mantiene una idea, una imagen, algo que a mí me llena de orgullo. A esta Copa América llega como uno de los favoritos, ojalá les pueda ir bien. A veces en el fútbol no cuenta ni el ayer ni el mañana sino el hoy, entonces hay que ver cómo llegan los jugadores.
— ¿Quiénes cree que son los candidatos a ganarla?
— Los de siempre. Argentina tiene un peso, con los últimos años de su historia que ha estado ahí y no la ha podido ganar. Brasil obviamente, y más al ser local. Hoy se suman equipos que tienen un poder que antes no tenían, como Colombia y Chile, que ya la ha ganado. Es todo muy parejo. Si bien uno piensa que Qatar no será ninguna sorpresa, lo puede ser Japón. Hay que ver, pero Uruguay, Argentina y Brasil siempre han sido candidatos, la historia los obliga a intentar ganarla.
— ¿Piensa que estuvo bien que Messi haya vuelto a la Selección? ¿Cree que podrá ganar algún título antes de retirarse?
— Sí, estuvo bien en volver. Le deseo de corazón que pueda ganar algún título porque creo que se lo merece más que nadie. Pero bueno, las cosas deben de suceder. Personalmente mi concepto de él no va a cambiar por ganar o no una Copa del Mundo o una Copa América, pero hay mucha gente que se apega a eso y está bien. Se lo deseo, ojalá le pase.
— Volviendo un poco a River, fue usted quien recomendó a Gallardo como técnico. ¿Su decisión estuvo a la altura del gol de chilena a Polonia?
— No, el gol de chilena fue una, hay otras jugadas, otros momentos importantes en mi carrera. Esa fue la más deslumbrante porque es una jugada que pocas veces es utilizada. Pero no, lo de Marcelo fue una intuición porque lo conocía, conocía su capacidad intelectual. Después, el resto es logro puro de Marcelo. Hace cinco años que no para de darle resultados al club y darnos alegrías. Pero lo mío fue una intuición, tuve la suerte de haberlo conocido como jugador, de saber un poco cómo era su pensamiento por algunas charlas que había tenido previo a aquel momento en que tuve que elegir. El gran merito es de él.
— ¿Algo específico lo llevó a sugerir su nombre?
— Cosas bastantes simples. Conocía al club y sé cómo piensa. Su inteligencia era muy importante para manejar un club de esta envergadura. Sobre la parte técnica y táctica creo que él también debe de estar haciendo camino al andar, porque es un chico muy inteligente. Eso lo va ayudar en toda su carrera. Creo que las cosas puntuales fueron esas, que teníamos una buena relación que permitiría trabajar mucho más cómodo a ambos, y de hecho desde que está jamás tuve un problema, al contrario.
— ¿Piensa que puede a llegar a cumplir su contrato? Y si al finalizar la Copa América lo llaman desde la Selección, ¿aceptaría?
— No, porque nos conocemos mucho. Yo no soy de hablar mucho de cosas que no me pertenecen, eso es una parte privada de su carrera. En todo caso si algún día quiere mi opinión me preguntará. Pero no sé, nadie lo sabe, ni él, o en todo caso solo él podrá saber cuándo se irá del club. Dependerá de su estado de ánimo, de la gente que lo rodea, de su familia, de muchas cosas que uno pone en la balanza cuando toma decisiones en su carrera. Es un chico inteligente y seguramente tiene mucho en cuenta todas estas pequeñas cosas para las decisiones importantes. Así que solo él lo va a saber, o lo sabe, o algún día lo sabrá.
— ¿Cómo vivió esos largos días previos a la final de la Copa Libertadores con Boca en Madrid?
— Difícil, con mucha incertidumbre, con mucho nervio, con preocupación, porque uno también fue jugador y sabe cómo es acumular toda la incertidumbre. Muchas cosas que uno se pone a pensar que un día está bien y el fin de semana después no. Por suerte terminó bien. Pero fue más de un mes de mucha incertidumbre, de cosas que creo que no le hicieron bien al fútbol argentino, al fútbol sudamericano. Ojalá no vuelva a pasar.
— ¿Cómo festejó el título? ¿Le costó caer de todo lo que habían vivido?
— Vas cayendo con el tiempo. Todavía hoy me asombra de verme yo mismo sonreírme y disfrutar de haberla ganado. Ver que la gente sonríe y disfruta. En su momento fue duro, fue un festejo bastante tranquilo porque sabíamos que enseguida había que cambiar el chip para poder ir al Mundial, había que hacer un viaje largo, fue bastante complejo. Pero es algo que vamos a poder disfrutar por mucho tiempo. Son de esas victorias que persisten en el tiempo, no hay dudas.
— Después de ganar tanto, ¿cómo se hace para regenerar la motivación?
— Es la carrera que elegí. Acá si te dejas estar, en un club como este, no está bueno. El jugador tiene que vivir con eso tanto en la derrota como en la victoria, tratar de dar vuelta la página rápido.
— También recomendó a Quintero y ahora se lesionó, ¿tienen cómo reemplazarlo?
— No es fácil reemplazar esa clase de jugadores, ni tampoco creo que la lógica sea reemplazarlo. Es un momento del mercado que no es el adecuado. Por el momento creo que Marcelo lo sabe y ya lo ha dicho, se va acomodar con los jugadores que tiene. No sé si será uno, dos o tres, o si serán varios, es un tema de él. Pero se va acomodar, ya lo ha hecho en otros momentos. Y esperar solo que pase el tiempo, sobre todo para «Juanfer».
— ¿Qué opina de la polémica que fomenta Boca respecto de si fue más doloroso irse al descenso o la derrota del «Xeneize» en la final de la Copa?
— Creo que generar opinión sobre eso no tiene mucho sentido. Obviamente cada uno mitiga el dolor, la tristeza o la alegría de la manera que puede, cada uno dice lo que quiere. Creo que es un tema pasado y cada uno disfruta de lo que quiere y de lo que puede.
— ¿Alguna vez imaginó, luego de tu retiro, todos estos años que vivió en el club como secretario técnico?
— Decir que los imaginé mentiría, decir que sí quería estar en el lugar que estoy es verdad porque cuando dejé de jugar empecé un emprendimiento con amigos de televisión, de derechos… Después, llegado el momento, cuando volví Argentina, porque eso fue en Estados Unidos, quería vincularme con River, con el club. Pero no me veía como técnico porque tengo un tema con los tiempos, con lo que eso involucra; entonces me veía más en este lugar. Siempre digo, depende mucho de los dirigentes, porque si no, no tiene mucho sentido. El manager es simplemente quien genera una gerencia o estabilidad en lo que es el fútbol profesional o amateur depende de lo que se dedique, pero es nada más que eso; entonces va a depender mucho de los dirigentes. En algunos lugares obviamente nunca va a funcionar.