El fiscal Carlos Stornelli faltó a la tercera indagatoria que le había fijado el juez Alejo Ramos Padilla, quien ahora se apresta a declararlo en rebeldía en la causa que investiga una red de espionaje político-judicial por la que están presos el falso abogado Marcelo D’Alessio y dos ex policías.
Stornelli estaba citado a las 12 del mediodía en Dolores y, aunque hasta último momento jugó al misterio, en Comodoro Py era un secreto a voces que no iría. «Mejor rebelde que procesado», decían en voz baja en algunos pasillos del edificio de Retiro.
Es que el solo hecho de presentarse a la indagatoria, más allá de las explicaciones que diera, ponía a Stornelli en la situación de cualquier otro indagado que sortea una indagatoria: la definición de una situación procesal en donde aparece la posibilidad de un procesamiento, un sobreseimiento o una falta de mérito. En el entorno de Stornelli descreían de la posibilidad de que Ramos Padilla lo llamara a declarar para desvincularlo del expediente.
La decisión de declararlo en rebeldía no derivará en un pedido de detención porque el fiscal tiene fueros. No obstante, la resolución de Ramos Padilla será informada a la Procuración General de la Nación, a cargo interinamente de Eduardo Casal, para que seanalice iniciar un pedido de jury contra el fiscal de la causa de los cuadernos.
Fuentes judiciales indicaron a Infobae que, apenas se dicte la declaración de rebeldía, la Procuración pedirá explicaciones a Stornelli para anexarlo al sumario administrativo que se le abrió al inicio de esta causa. Según supo este medio, en ese sumario ya se le están tomando declaración a los empleados de la fiscalía de Stornelli. A partir de ese momento, el procurador resolverá si envía el material al consejo evaluador del Ministerio Publico –integrado por fiscales generales- y si respalda la decisión. Si Casal entiende que hay cuestionamientos a la actuación de Stornelli, tendría que convocar a un jury en su contra.
La defensa de Stornelli, a cargo del abogado Roberto Ribas, minimizó hoy las consecuencias de una declaración de rebeldía que aún no se había dictado, pero se sabía segura luego de la tercera ausencia de su cliente y un pedido especial de postergación para que la audiencia se celebrara hoy.
«No es una zona agradable pero no está previsto que Stornelli tenga un inconveniente, eso dependerá de la Procuración», aseguró. La defensa ahora buscará que un tribunal superior a a Ramos Padilla revoque esa medida. En la puerta del juzgado, Ribas insistió en las sospechas de Stornelli sobre las acusaciones en su contra y la vinculación de la causa de los cuadernos. «Este juzgado no nos ofrece ni mínimas garantías», le dijo a los periodistas que lo esperaban en la puerta.
A las 3 de la tarde, Ramos Padilla salió por unos minutos de su despacho en medio de una seguidilla de testimoniales y, al ser abordado por los cronistas, aseguró que era inminente una declaración sobre la ausencia de Stornelli. «No falta mucho para que resuelva, pido que me esperen porque tengo que analizar las presentaciones que me hicieron y seguramente en unas horas o mañana a la mañana tendrán una respuesta», respondió escuetamente.
La jugada de la defensa apuntó a una seguidilla de planteos de recusaciones, nulidades e incompetencias. El juez Ramos Padilla ya rechazó una primera recusación que tiene que ver con un eventual prejuzgamiento de su parte al haber llamado a indagatoria al fiscal de los cuadernos, tras procesar al D’Alessio. La Cámara Federal de Mar del Plata respaldó a Ramos Padilla.
Sin embargo, la defensa de Stornelli tiene pedida una segunda recusación por la intervención de Ramos Padilla ante la Comisión de Libertad de Expresión en la Cámara de Diputados, una exposición que le valió un pedido de juicio político que promovió el Gobierno por haber ventilado con detalles datos de la causa.
También hay pendiente un planteo de incompetencia porque la defensa, D’Alessio y el fiscal de Dolores Juan Pablo Curie afirman que el caso debe tramitarse en Comodoro Py porque la extorsión al empresario agropecuario Pedro Etchebest –que dio origen a este escándalo- se inició en Buenos Aires y no en Dolores, y el pago de la coima también se hizo en territorio porteño. El episodio de Pinamar, cuando D’Alessio y Etchebest saludaron a Stornelli en un parador de ese balneario, fue lo que hizo que el denunciante radicara su denuncia en Dolores.
«A nuestro juicio, los hechos, de haber ocurrido, son competencia de la Capital Federal. Eso está planteado en diferentes escritos del 18 de febrero, del 28 de febrero, y del 1 de marzo. Nunca vi tardar tanto una incompetencia. Stornelli ve en esto, con cierta razón, un afán de quedarse con la causa, y a su juicio estaría ligado el tema de los cuadernos», señaló el abogado Ribas.
Desde el juzgado, sin embargo, rechazaron las suspicacias. Fuentes judiciales indicaron aInfobae que hace unos días el fiscal Curi amplió las razones sobre por qué la causa debería pasar a Comodoro Py, por lo que el juez corrió vista a las defensas y las querellas para que opinen sobre la cuestión y el plazo se está venciendo recién la semana próxima.
Por lo pronto, Ramos Padilla rechazó un nuevo planteo de nulidad contra la existencia de la causa. La defensa afirmaba que el juzgado actúa sin impulso fiscal, pero el juez aseguró que hubo tres presentaciones del fiscal Curi, incluso una en donde hablaba de asociación ilícita que habría cometido graves delitos. E identificó al menos cinco hechos: los denunciados por Raúl Aldo Sebastián Barreiro y Víctor Palomino Zitta y las maniobras «contra José Manuel Ubeira, contra el abogado Javier Landaburu y las que podrían tener como víctima a Gonzalo Brusa Dovat», ex directivo de PDVSA en Argentina.
«Toda vez que no se observan vicios formales o sustanciales que pudieran haber afectado de manera indebida interés legítimo o derecho constitucional alguno y que pudieran permitir de ese modo declarar la nulidad del proceso en sí mismo o de aquellos actos vinculados con el imputado Stornelli en particular, siendo además que no cabe la declaración de la nulidad por la nulidad misma, que la sanción que se pretende es de análisis restrictivo, que no se ha acreditado la afectación de un perjuicio concreto sino que sólo se han efectuado afirmaciones dogmáticas y alegaciones genéricas de supuestas garantías constitucionales vulneradas, que los planteos resultan insustanciales y carentes de fundamentos jurídicos y se encuentran reñidos con las constancias del expediente, no se habrá de hacer lugar a la nulidad planteada por la defensa. Aclarado todo ello, sólo pueden quedar en curso las objeciones de fondo que hacen a la defensa material del imputado que podrá aportarlas al momento de presentarse a prestar declaración indagatoria», afirmó Ramos Padilla en su resolución.
Distintos representantes del oficialismo, como Elisa Carrió y Graciela Ocaña, han salido a respaldar a Stornelli pidiéndole al Procurador que no avance en su contra y denunciando un complot del kirchnerismo para hacer caer la causa de los cuadernos. Incluso, Ocaña le pidió a Casal que Marcelo D’Alessio no sea «el (Diego) Lagomarsino de Stornelli».