El gobierno británico acaba de rechazar una petición popular para dar marcha atrás con el Brexit que fue firmada por 5,8 milllones de personas y será tratado en el parlamento la semana próxima, mientras la Cámara de los Comunes se preparaba este miércoles para votar una vez más el plan de salida de la Unión Europea (UE) y la prórroga para concretarlo.
La petición solicita al gobierno de la premier Theresa May revocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que da inicio al proceso de salida de la UE, y ha logrado mayor apoyo que cualquier otra en la historia del Reino Unido, indicó el periódico británico The Guardian.
Con más de 5.800.000 firmantes, superó con amplitud el umbral de 100.000 necesario para que la iniciativa sea tratada en el Parlamento, y esto ocurrirá el lunes 1 de abril.
Sus promotores han intentado así contradecir el argumento esgrimido por el gobierno de que el Brexit «es la voluntad del pueblo», y apelan al sueño de los que buscan que el Reino Unido permanezca en el bloque.
Bruselas ha también manifestado numerosas veces su preferencia por la permanencia de Gran Bretaña, y de hecho la carta de activación del artículo 50 enviada hace tiempo por Londres puede ser retirada en cualquier momento y unilateralmente, dando de baja todo el proceso. «No podemos traicionar a las seis millones de personas que firmaron la votación», dijo este miércoles el presidente del Consejo Europeo.
Pero las autoridades británicas ha rechazado esta posibilidad. «Sigue siendo una política firme del gobierno no revocar el artículo 50. Vamos a honrar el resultado del referéndum de 2016 y trabajar para realizar un Brexit que beneficie a todos, tanto los que votaron para irse como los que lo hicieron para quedarse», señala un comunicado oficial.
«Revocar el artículo 50 y permanecer en la Unión Europea socavaría tanto nuestra democracia como la confianza que millones de votantes han puesto en este gobierno», agrega.
En el referéndum para definir el futuro del Reino Unido en la UE realizado el 23 de junio de 2016 el voto a favor de una salida se impuso con el 51,89%, es decir 17.410.742.
En tanto 16.141.241 de personas, o el 48,11%, eligieron seguir en bloque, con una participación del 72,21% del electorado.
El voto resultó ser tan ajustado y al mismo tiempo geográficamente distribuido con tal claridad (Escocia, Irlanda del Norte y las grandes ciudades, incluyendo Londres, se volcaron masivamente por la opción de permanecer, mientras que Inglaterra y las localidades más pequeñas se inclinaron por el «Leave»), que desde entonces el proceso formal de salida ha estado envuelto en duras negociaciones, reproches y agitadas consignas a favor y en contra.
En consecuencia, May no ha podido lograr que su acuerdo negociado con la UE para la futura relación, que incluye diferentes tratados en materia económica, migratoria y seguridad que esperan mitigar los efectos, sea aprobado por los parlamentarios, y a raíz de este retrasó se debió pedir una prórroga que como mínimo extenderá la fecha de salida hasta el 12 de abril y como máximo al 22 de mayo.
De hecho, el lunes 1 de abril también se tratarán otras dos iniciativas populares. Una que pide la celebración de un segundo referéndum antes de concretar la salida, que obtuvo 120.000 firmas, y otra que demanda una pronta salida el 29 de marzo, como estaba pautado originalmente, y que alcanzó el apoyo de 140.000 personas.
Nueva ronda de votaciones en el Parlamento
Al margen de esta iniciativa y del rechazo del gobierno, la Cámara de los Comunes celebraba este miércoles una jornada parlamentaria inusual al asumir el control de la agenda que permitirá a los diputados votar sobre opciones alternativas para Brexit.
Estos votos «indicativos» tendrán lugar a partir de las 19:00 (GMT) en otro día vital para el proceso de salida de la UE y para el futuro político de May.
La premier comparecerá al mediodía en la sesión semanal de preguntas a la primera ministra en la Cámara de los Comunes y por la tarde se reunirá con el influyente Comité 1922, formado por los diputados conservadores.
Según los medios, May puede ofrecer a sus diputados una fecha de dimisión como líder de la formación en un intento por conseguir el apoyo del ala euroescéptica, muy crítica con su gestión como jefa del Gobierno, al acuerdo del Brexit negociado con Bruselas.
En los últimos días, los diputados más contrarios a la UE se mostraron favorables al texto del Brexit después de haber votado en contra de ese documento en las dos votaciones celebradas en los Comunes el pasado enero y este mes de marzo.
Estos euroescépticos y los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte rechazaron el tratado en descontento con la salvaguarda o «garantía» irlandesa, diseñada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.
En los votos «indicativos» de hoy, los diputados esperan votar distintas opciones del Brexit, como por ejemplo una salida sin acuerdo, una unión aduanera, cancelar la salida de la UE o un referéndum, aunque la lista final que se someterá a votación la elaborará esta tarde el presidente de los Comunes, John Bercow.
Además, los Comunes votan este miércoles el aplazamiento de la fecha de salida del país de la UE, prevista en principio para este viernes, día 29, pero que ha sido retrasada hasta el 22 de mayo si los diputados aprueban el acuerdo negociado por May.
Si ese texto no es aprobado, el Reino Unido tiene de plazo hasta el 12 de abril para aportar al club comunitario un plan alternativo, de lo contrario el «divorcio» se materializará en esa fecha
Con información de AFP y EFE
Fuente: Infobae