El ajuste del tipo de cambio significará un desafío para la baja de inflación que el Gobierno proyecta para los próximos meses. Una suba del dólar tiene un impacto rápido en los precios de bienes como alimentos y combustibles. En ese contexto, las consultoras que miden la evolución inflacionaria diariamente prevén que el salto devaluatorio de este miércoles tendrá un impacto más claro el mes próximo.
Una vez que se conoció la cifra de inflación de marzo, que fue de 4,7% -más alta de lo que se esperaba-, el Gobierno nacional y el Banco Central salieron a asegurar que se había tratado de «un pico» en la suba de precios y que las perspectivas para los mesesque venían eran de desaceleración.
Días después, el Poder Ejecutivo negoció y anunció un paquete de medidas apuntadas a mitigar el impacto de la suba de precios en el bolsillo. Algunas de esas resoluciones fueron el congelamiento del costo de 64 productos de la canasta básica por seis meses y la suspensión de nuevos incrementos de tarifas de servicios públicos.
Pero un escenario cambiario volátil como el que se vio este miércoles puede mover la estantería de las proyecciones y acuerdos de precios. El dólar escaló 3,62% en una sola jornada y llevó a la cotización mayorista a su nivel máximo histórico nominal, en $43,95. Ese salto puede implicar en un corto y mediano plazo una nueva ronda de incrementos de algunos bienes.
Según comentó a TN.com.ar el director de la consultora C&T Asesores, Camilo Tiscornia, «un aumento en el precio del dólar tan cerca de fin de mes puede impactar, en cierta forma, en la medición de abril pero se va a notar más en mayo». Y especificó que los artículos que primero «reaccionan» a un evento cambiario «son los alimentos y los de limpieza».
Rodrigo Álvarez, CEO de Analytica, también consideró que el efecto en precios en estos últimos días del mes «va a ser marginal» y que abril reflejará una inflación de 4%. Esta consultora fue la única que se había aproximado al 4,7% de inflación que reflejó el Indec. «El mercado mantenía una proyección de aumento de precios, a nuestro juicio, demasiado optimista. Los datos, lamentablemente, nos están dando la razón», dijo Álvarez.
Además del incremento en el valor del dólar, otro factor podría implicar nuevos ajustes en las estaciones de servicio. Se trata del precio internacional del barril de petróleo, uno de los componentes del costo al que se vende la nafta a los consumidores.
Este miércoles, el petróleo WTI, que es el que sirve como referencia para la Argentina, llegó a los 65 dólares por barril, lo que significa un aumento de 15 dólares en dos meses y el precio más alto en los últimos cinco.
De acuerdo a Tiscornia, «en términos de precios internacionales se juntaron todas las malas», ya que por un lado «baja la soja, que es el producto que exportás, y subió el del petróleo». Álvarez cree que, en lo inmediato, esto no tendrá impacto en los surtidores pero que «más adelante es probable». «De todos modos, si bien el mercado terminó muy mal este miércoles, es pronto para decir qué pasará, ya que el tipo de cambio flotante en este esquema no es tan fácil de estimar», dijo.
En abril, los combustibles fueron remarcados entre 4,5% y 5% en las principales compañías del sector. YPF aplicó un aumento de 4,55% en sus variantes de nafta y de 4,89% en gasoil. Así el litro de la súper llegó a $40,43 en la ciudad de Buenos Aires.
Este nuevo panorama hace pensar a Tiscornia que una desinflación más notoria, que antes podía esperarse para mayo, «ahora habrá que aguardarla más hacia junio o julio».
Las consultoras que responden el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central terminarán en estos días de recalcular sus expectativas de inflación para todo 2019. Las primeras estimaciones ya están cerca de 40%.