El estadio Alberto J. Armando, conocido popularmente como la Bombonera, es un centro de atracción para cualquier fanático del fútbol, tanto argentino como de otro país. Cualquier turista que se dé una vuelta por Buenos Aires preguntará por la cancha de Boca, para ver si tiene la posibilidad de ir a conocerla.
No resulta extraño ver menciones de medios extranjeros, en la que si bien explican que no cuenta con las comodidades del Camp Nou o el Santiago Bernabéu, logra un clima ideal para el espectador: con las tribunas «latiendo» y un sonido ensordecedor.
En esta oportunidad fue una revista holandesa la que decidió homenajearla. Staantribune lanzó su último número y dieron a conocer lo que ellos consideran que son los 25 mejores estadios del mundo: la tapa se la llevó la Bombonera.
Dentro de los escenarios destacados, también aparece el Monumental de River, otro de los grandes íconos del fútbol argentino.
Justamente, en los últimos días se hizo pública la intención de Rodolfo D’Onofrio, presidente del Millonario, de que los dos clubes más poderosos de la Argentina construyeran un estadio único. La iniciativa no cayó bien en los hinchas de ningún bando: ambos tienen un sentido de pertenencia muy grande y se niegan a abandonar su «templo».
Hace algunos años, la revista inglesa Four-Four-Two había elegido a la Bombonera como el mejor estadio del planeta. «La Bombonera no tiembla, late. Es un estadio que vive y respira. El efecto combinado de los hinchas cantando, aplaudiendo y, especialmente, saltando, hace que el suelo vibre como un pequeño terremoto», argumentaron.
