En medio de la crisis cambiaria y con el riesgo país en su tope máximo, el Gobierno buscará calmar los ánimos de los mercados y lanzará desde hoy un operativo de «ratificación de confianza en la Argentina», como dicen en la Casa Rosada, ante el mundo diplomático.
El presidente Mauricio Macri se reunirá esta mañana en la quinta de Olivos con un grupo de legisladores de Estados Unidos, en lo que será su segundo encuentro de la misma semana con representantes del Congreso norteamericano. Al mediodía el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne viajará Río de Janeiro para reunirse con su par de Brasil Paulo Guedes. Y luego seguirá el turno del viceministro de Hacienda Miguel Braun y del canciller Jorge Faurie, quienes encararán la semana que viene una ronda de «charlas informativas de la economía argentina» con embajadores extranjeros.
En todos los casos, la intención del Presidente y su equipo de gobierno será la misma: confirmar que Macri sigue siendo el candidato por la reelección en desmedro del supuesto «Plan V» de María Eugenia Vidal. Se dejará planteada la ratificación del rumbo de la economía y se buscará explicar a la diplomacia extranjera que los vendavales económicos que sacuden a la Argentina responden a «factores externos» y a «temores por un regreso al pasado» en abierta alusión a Cristina Kirchner.
Ayer, el Presidente envió un mensaje de advertencia al sostener en una radio de Santa Fe que «los mercados dudaron de nuestra convicción de seguir por este camino». Y añadió que «muchos creen que el pasado fue mejor, pero la gran mayoría de los argentinos no quieren volver atrás. Este ruido fue generado por eso».
En esta misma línea discursiva, Macri se plantará hoy a la mañana ante un grupo de legisladores norteamericanos de la Comisión de Agricultura, liderados por el senador republicano Rick Scott.
«Si hace falta que el Presidente reitere cien veces el mensaje de que en Argentina se terminó con los especuladores del mercado y que ya se vive con reglas de juego claras que ofrecen seguridad jurídica a los inversores lo vamos a hacer», expresó a Infobae un encumbrado funcionario de la Casa Rosada al detallar la estrategia del Gobierno de mostrar al mundo que existe un «Presidente fuerte en Argentina».
Scott llegará este viernes a la quinta de Olivos con un grupo de legisladores y con el embajador norteamericano Edward Prado para una audiencia privada con Macri que estaba pautada. Será el mismo esquema de diálogo que se vio el lunes pasado en la Casa Rosada cuando el Presidente recibió en el Salón de Científicos a otro grupo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos liderado por el republicano Collin Peterson.
Tal como adelantó Infobae, en ese encuentro hubo un fuerte apoyo a las reformas de la gestión Macri de parte de los legisladores norteamericanos y se mencionó la expectativa real de los empresarios petroleros de Estados Unidos por potenciar las inversiones en Vaca Muerta.
Claro que el lunes pasado, cuando Macri recibió al primer grupo de legisladores norteamericanos el riesgo país aun no había superado los 1.000 puntos y el dólar se mantenía por debajo de los 42 pesos.
Allegados a Macri aseguraban anoche a Infobae que al menos cuatro factores resultaron determinantes en los últimos días para explicar la debacle de los mercados:
1- El lanzamiento del libro «Sinceramente» de Cristina Kirchner que fue visto como una suerte de preámbulo de su candidatura.
2-Una encuesta de Isonomía que sostiene que en un eventual ballottage Macri perdería por 9 puntos contra la ex presidenta.
3-El anuncio del INDEC del 4,7% de inflación que podría desbaratar todo el andamiaje de medidas económicas lanzadas en torno a los precios cuidados.
4-La presión del establishment por la candidatura presidencial de Vidal que se desplegó abiertamente en la charla que dio el lunes la gobernadora ante empresarios en el Hotel Alvear.
Dujovne buscará borrar de un plumazo todos estos fantasmas en su encuentro de hoy con el ministro de Economía de Jair Bolsonaro. Será una «reunión de trabajo», como la calificaron anoche a Infobae allegados al ministro, aunque el encuentro con Guedes tratará de acercar posiciones con Brasil y Dujovne espera llevarse un fuerte respaldo de la administración Bolsonaro para Macri.
En tanto, el canciller Faurie y el viceministro de Hacienda Miguel Braun arrancarán la semana que viene con una ronda de consultas con embajadores extranjeros apostados en Buenos Aires para despejar todo tipo de dudas y explicar en detalle cómo se encuentra la Argentina en términos de números de la economía.
«Braun es especialista en explicar didácticamente los percances de la economía y dejará en claro que lo que ocurre hoy en la Argentina es transitorio ya que la macro economía se encuentra bien y con un horizonte promisorio», dijo a Infobae un allegado al viceministro en tono excesivamente optimista.
Más allá del tono que usarán Braun y Faurie para tomar contacto con la diplomacia extranjera y calmar los ánimos de los inversores, la idea es repetir el esquema que hace 20 días ensayaron el jefe de Gabinete Marcos Peña con Faurie y Dujovne en la Casa Rosada cuando recibieron a 57 embajadores extranjeros.
En aquel momento, Infobae detalló que en ese encuentro tanto Peña como Dujovne buscaron despejar dudas y preguntas de los embajadores pero dejaron en claro un mensaje: que la Argentina no verá un crecimiento de su economía hasta después de las elecciones porque se hace necesario despejar la incertidumbre política que conlleva el proceso electoral.
Este mismo mensaje es el que ayer dio en la Universidad de Columbia en Nueva York el jefe de asesores de Macri, José Torello. Participó junto a Miguel Ángel Pichetto, líder de los senadores del PJ y uno de los principales armadores de la oposición, de una jornada en la universidad neoyorquina bajo el rótulo «Perspectivas de la Argentina, pronóstico de inversiones: desafíos y oportunidades».
En ese contexto, Torello, según testigos del encuentro, buscó llevar un mensaje de continuidad que tranquilizara a los inversores y ratificó una máxima del gobierno en estos días: «Macri es el único candidato presidencial de Cambiemos».
Es la misma línea argumental en todos los casos que busca desplegar el Gobierno al mundo para despejar dudas y evitar más dolores de cabeza. Claro que en diplomacia nadie dice más de la cuenta y los hechos consumados pueden llegar más tarde con algunas sorpresas.
