El jefe de Gabinete, Marcos Peña, expuso el malestar del gobierno nacional tras la decisión de la Corte Suprema que retrasa el inicio del primer juicio oral contra Cristina Kirchner. Ayer, el máximo tribunal solicitó revisar el expediente principal de la causa conocida como «Vialidad», que investiga el redireccionamiento de la obra pública.
En diálogo con Eduardo Feinmann en radio La Red, el funcionario aseguró que la intervención de la Corte genera «mucha bronca en la sociedad» porque «hay una demanda concreta de que se haga justicia».
«Se debilita la credibilidad de todo el proceso judicial, tiene que haber justicia, en tiempo y en forma, no puede dilatarse un proceso eternamente», planteó Peña. Y agregó: «Es una causa de gran sensibilidad, es una ex presidenta, pero también hablamos de decenas, de miles de millones de pesos, que quedó probado que han sido desviados de los fondos públicos, que en lugar de ir a rutas han ido a las arcas de personas particulares».
El jefe de ministros aseguró que con su decisión la Corte generó la percepción de impunidad en la ciudadanía y apuntó contra los jueces que «se rigen por las encuestas». «El kirchnerismo cree que la justicia tiene que ser militante, una cuestión que sea parte de un esquema de poder, y nosotros creemos que hay que defender a los jueces que se rigen por los códigos y no por las encuestas», desarrolló.
Para Peña, la solicitud de la Corte se corresponde con «una mirada sobre la Justicia que tiene el kirchnerismo, que está en carrera electoral y viene manifestando como ayer lo hizo Alberto Fernández, que ellos creen que la Justicia tiene que ser militante».