Piloto azul, pollera a tono y camisa blanca. La ex mandataria y actual senadora Cristina Kirchner partió a las 11:14 desde su vivienda de Juncal y Uruguay, en el barrio de Recoleta, con destino a los Tribunales de Retiro, donde este martes comenzará el juicio oral y público en su contra por la causa Vialidad.
En medio de forcejeos, Cristina Kirchner se hizo paso por el cordón humano de militantes y periodistas que la esperaban en la vereda de su departamento, para subirse al Chevrolet blanco que la trasladó hacia Comodoro Py 2002.
Veintitrés minutos después, la ex mandataria ingresaba con su auto –custodiada por dos motos de la Policía Federal– por un acceso lateral lindero al edificio del Correo Argentino. Acompañada por su abogado Carlos Berladi, se dirigió a la sala de audiencias AMIA, en el subsuelo.
Según la imputación, desde su gobierno se le asignaron contratos de manera presuntamente irregular al empresario Lázaro Báez. Para esta primera jornada, donde está procesada por asociación ilícita, se prevé el inicio de la lectura del requerimiento de elevación de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Se cree que ese trámite llevará por lo menos cuatro audiencias.
Este primer juicio que se le sigue, junto a otros doce acusados, se relaciona con la adjudicación de 51 obras públicas a empresas vinculadas al detenido Báez durante el kirchnerismo, en la provincia de Santa Cruz.
Estas adjudicaciones habrían sido irregulares y la mayor parte de las obras quedaron inconclusas pese a que se pagaron en su totalidad, entre otras acusaciones.
El expediente cuenta con 60 cuerpos y está previsto que declaren 160 testigos, entre los que se encuentra Alberto Fernández, su compañero en la fórmula presidencial que ella misma anunció el sábado pasado y donde irá como vicepresidente.
Este martes, la ex mandataria aseguró que el juicio por la causa Vialidad «se trata de un nuevo acto de persecución» que tiene por objetivo «colocar a una ex presidenta opositora a este gobierno en el banquillo de los acusados en plena campaña presidencial».
Desde temprano se concentraron en el hall central de Comodoro Py referentes políticos kirchneristas para brindarle su apoyo. Varios lograron ingresar a la sala de audiencias para presenciar el debate, entre ellos, Oscar Parrilli, Carlos Tomada, Diana Conti, Hebe de Bonafini y Martín Sabbatella. Otros siguen el proceso desde afuera.
El Tribunal Oral Federal Número 2 (TOF2) asignó 60 lugares para los invitados que en principio se irán rotando. Además, en la Sala AMIA hay espacio para más de 50 periodistas.