El miércoles a la tarde, los chats de Whatsapp se multiplicaron en los teléfonos de los funcionarios que estaban en La Plata. María Eugenia Vidal se reunía con vecinos “desencantados” a los que busca reconquistar para que voten a Cambiemos, cuando en los medios de comunicación explotó la versión de que en el Gobierno se pensaba en ella como compañera de fórmula presidencial de Mauricio Macri. En sólo unos minutos, mascullando bronca, la gobernadora se encargó de bajar línea a su tropa para que transmitiera que no había ninguna posibilidad de que eso ocurriera.
A muchos el dato los tomó desprevenidos, pero a ella no la sorprendió completamente: ya lo había escuchado en una reunión privada y muy “cerrada”, con pocos interlocutores, de la que participó el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Sin embargo, allí sólo se habló como una alternativa. “Ni siquiera se evaluó”, afirman desde la Provincia, algo que refrendan desde Jefatura de Gabinete: “Nunca se planteó”, aseguran cerca del todopoderoso ministro. De todos modos, según Clarín, desde el comando de campaña de Cambiemos mandaron a medir esa fórmula.
“Es imposible, no hay ninguna chance”, repiten en las filas vidalistas al ratificar la postura de la gobernadora. La aclaración que hacen, casi como una salvaguarda, es que al igual que ante la insistencia sobre el denominado “Plan V”, que implicaría su eventual candidatura a presidente, es que sólo estaría dispuesta a analizarlo en caso de que el Presidente se lo pida personalmente y que forme parte de su estrategia para ganar la elección. “Pero sólo Mauricio. No va a escuchar a otro. Ni siquiera a Marcos”, repiten.
La mención al ministro coordinador tiene que ver con el enojo que hay entre funcionarios vidalistas con Peña. Lo responsabilizan por la filtración. “Lo tira por los medios cuando ni siquiera se sabe si sirve o no”, apuntan desde el ala más política del Gabinete bonaerense, donde se lo culpa al ministro porque -consideran- “no le juega nunca bien” a la mandataria.
Según pudo reconstruir Clarín de altas fuentes del oficialismo provincial, en esta ocasión, Vidal no se habría esforzado por ocultar su malestar. Quienes más la conocen aseguran que igual no habrá que esperar ningún cruce porque sabe la importancia que el ministro tiene para Macri. «Ella es tan leal a Mauricio que nunca haría algo que lo pudiera perjudicar. La procesión va por dentro», dice una voz que la escuchó quejarse en las últimas horas.
La evaluación que hacen los más equilibrados vidalistas marca la necesidad de Peña de fortalecer a Macri y evitar que se instale mediáticamente que la posibilidad de que Vidal sea candidata a presidente sigue latente. Y remarcan que, horas antes, hubo una publicación en ese sentido. “Tal vez quiso desactivar eso, pero igual no es la manera”, exponen. Conciliador, un alto funcionario provincial rescató al jefe de Gabinete ante la consulta, pero abrió un nuevo frente: señaló a un ambicioso funcionario de Peña que ya trabaja en el armado político de la campaña, desde la sede de Cambiemos.
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En el entorno de Peña descartaron que el jefe de Gabinete haya tenido que ver en ese rumor y se lo atribuyeron a “gente sin sentido común”.
Con picardía, para rechazar la posibilidad de que la gobernadora sea compañera de fórmula de Macri, desde el Gabinete bonaerense parafrasean uno de los argumentos que usó con habilidad Peña para resistir el intento del Plan V. “Como dijo Marcos, si María Eugenia va a la fórmula presidencial, ¿a quién ponemos para la provincia? No hay nadie como ella”, sostienen. Lo dicen con sorna: son los mismos que, ante el planteo del jefe de Gabinete, sugirieron que la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, podía ser una buena candidata, convencidos de que no perdería los votos que eventualmente consiguiera la boleta de Vidal para Presidenta.
Entre tantos matices, y a sabiendas de que si su jefa los escucha hablar del tema rápidamente tendrían un problema, hay una coincidencia en el vidalismo: creen que al Presidente no le transmitieron el riesgo que corre de cara a las elecciones. Uno de los ministros celebró el dato que leyó en la última columna del periodista Carlos Pagni: allí se cuenta que Macri le habría pedido a Jaime Durán Barba «que le digan la verdad». Otro dardo por elevación a Peña.
Este cruce es sólo un capítulo más de la tensión que se vibra en el Gabinete y entre los principales referentes de Cambiemos: por un lado, el optimismo de Peña y sus colaboradores, y de los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Guillermo Dietrich (Transporte); por el otro, los resignados, que advierten que el anuncio de Cristina Kirchner implica un gesto aperturista que obliga a Macri a mover sus fichas pero que descuentan que eso no va a ocurrir. Algunos, como los radicales, creen tener la llave para poder forzarlo.
IGNACIO ORTELLI – CLARÍN