No paró de llorar, quizás esas lágrimas aparecieron como nunca antes lo habían hecho. Una niña de 9 años explotó en llanto luego de haber sido ultrajada por su tío, el hermano de su madre, en la casa de los abuelos. Ocurrió a mediados de mayo en el paraje Tuyunti de la localidad salteña de Aguaray. Como era habitual, una joven madre se dirigió a la casa de sus padres junto a sus cuatro hijos: dos varones de 11 y 4 años, y dos nenas de 9 y una beba de 8 meses. Esa trágica noche estaba L.J.M., un hombre de 24 años adicto a las drogas y violador.
Como otros tantos casos que por lo general no son de público conocimiento, el aberrante hecho ocurrió en un contexto donde era habitual que la madre concurriera a la casa de sus padres junto a sus hijos. Vivienda donde residía el sujeto ahora detenido acusado de abuso sexual con acceso carnal. Igual que el caso que involucra a la familia Teruel, que no tardó en tener trascendencia nacional por tratarse del hijo de un conocido músico salteño, la víctima concurría a la casa de familiares donde al parecer tuvo que soportar los abusos de su tío en más de una oportunidad.
Esa noche la madre le propuso a los chicos quedarse a dormir en la casa de los abuelos. Tras llegar a la vivienda, nadie sospecho lo que minutos después iba a suceder. El niño de 11 años observó el momento en que su tío violaba a su hermana de 9. Según se supo luego de trascender el trágico hecho, la víctima se fue a cambiar a una de las habitaciones y el imputado siguió sus pasos, la sorprendió agarrándola por atrás y después de levantarla la puso arriba de él. Lo que llegó a describir el niño, testigo presencial de la violación, fue que su tío realizaba movimientos con su cadera.
El hermano de la víctima salió corriendo, fuentes investigativas aportaron que el sujeto le habría ordenado al menor que se fuera. El violador largó a su víctima y salió de la casa, estuvo más de dos semanas prófugo de la Justicia. Instantes después del lamentable episodio, la niña de 9 años no pudo contenerse más y estalló en lágrimas. Si bien todas y cada una de las hipótesis son investigadas, la menor habría dejado entrever que fue violada en más de una oportunidad.
En medio de profundos llantos la niña le dijo a su progenitora que no quería seguir durmiendo en lo de sus abuelos, la atormentaba volver a quedarse en ese lugar. En una de tantas noches de horror la menor contó que su tío no la dejaba tranquila y sin que nadie supiera, mientras todos dormían, se trasladó hasta su cama y con una de sus manos empezó a tocar sus partes íntimas.
Detención
Bajo los efectos de las drogas, y con claras intenciones de hacer daño, L.J.M. se dirigió hasta la casa de sus padres con un machete en su poder. Según trascendió, quería vengar al sobrino de 11 años quien lo delató. La mujer llamó al 911 y su hermano se volvió a fugar, esta vez por una zona de monte. Los uniformados patrullaron el lugar y lograron detenerlo.
Tras consultar en la Fiscalía Penal de Violencia de Género y Delitos contra la Integridad Sexual solicitaron su detención acusado de «abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante, agravado por la convivencia preexistente y la minoría de edad de la víctima». Por el lado de la menor, deberá recibir contención no solo de su familia sino también de profesionales.
Todos los días
Se habló y se sigue hablando de lo ocurrido con el hijo del músico Mario Teruel, denunciado de abusar sexualmente de una menor de 7 años, sin embargo se trata de hechos que de manera lamentable suceden a diario en muchos lugares. Otro de los sucesos que trascendió y se hizo público fue la denuncia por abuso por parte de una estudiante menor de edad de un conocido establecimiento escolar de esta capital contra varios alumnos de la institución. Se habría producido a fin de año, en uno de los tantos viajes que realizan los jóvenes a modo de despedida.
“Los abusadores son irrecuperables”
Lucrecia Miller, psicóloga – Red Papis
¿Cómo se identifica a un abusador?
No hay indicadores precisos, el entorno tiene que estar muy atento a las manifestaciones de los niños.
¿Se puede intuir que un menor está siendo abusado?
Los menores hablan a través de sus conductas, estados anímicos, síntomas, a través de sus dibujos, bajos rendimientos en la escuela, trastornos de sueño, alimentación. Y a los abusadores una forma de identificarlos es justamente a partir de las manifestaciones de los niños.
¿Cómo es un abusador?
Son personas integradas a la sociedad, simpáticas, agradables, porque justamente eso utilizan como anzuelo para captar a los niños. Se puede advertir también un apego excesivo a los menores.
¿Existe algo más que un registro de ADN de abusadores?
No, y me parece muy interesante, y no existe en nuestro país un registro de abusadores para que justamente los vecinos sepan localizar a una persona con esos antecedentes. No hay un registro que nos indique dónde va a vivir un abusador. Por ejemplo, en Estados Unidos en la noche de brujas, donde los chicos salen a pedir caramelos a las casas, las vivienda de los abusadores tienen que tener las luces apagadas para que los chicos no vayan. La única manera de controlar a estos individuos es con el control social, a través de un registro.
¿Sería como un sello para toda la vida?
Sí, exacto. De hecho lo tienen porque los abusadores son irrecuperables, no se rehabilitan. Es una práctica que tienen como un modo de gozar la sexualidad, no es una enfermedad mental. No tienen angustias por lo que hacen, no tienen culpa, solo frenan cuando son descubiertos. Por eso hay que extremar las medidas en todos los lugares donde los niños se desenvuelven para no darles oportunidad a que estos sujetos concreten el abuso.
¿Qué secuelas quedan en la víctima?
Es importante esto porque es lo que menos contemplado está. No hay dispositivo implementado por el Estado para la reconstrucción psicológica, emocional y física de los niños. Estamos trabajando para presentar un proyecto en la Legislatura.
¿Qué es lo que causa disfrute en un abusador?
No es el acto sexual en sí, es el poder de cosificar al niño, convertirlo en un objeto para su placer. Por eso castrarlos no tiene ningún resultado.
“La víctima, siendo menor, puede denunciar”
Roberto Reyes, abogado
¿Cuál es el procedimiento legal en un abuso infantil?
Depende de quién descubre el abuso. Puede que la menor informe de ello a sus padres o a sus guardadores. Son ellos los que tienen que denunciar ante la autoridad más próxima. Si el abuso es detectado durante una revisión médica, debe hacerlo el profesional que conoce los hechos. Incluso la víctima, aun siendo menor, lo puede hacer ante la Policía, sus educadores, sus parientes lejanos. Todos ellos deberán informar a la Policía o a un organismo jurisdiccional, juez o fiscal de cualquier fuero.
¿Cómo actúa le ley contra la persona denunciada?
En la etapa previa es sospechoso, luego de la acusación es acusado. Los organismos jurisdiccionales deben considerar que la persona acusada debe ser considerada inocente y ser tratada como tal hasta el dictado de una sentencia definitiva.
¿Qué tipo de pena le puede recaer al victimario?
El monto de la pena depende de las circunstancias del hecho y el encuadre legal que se le imputa al justificable. Varía conforme se trate de un abuso sexual simple o agravado. El monto también depende del historial delictivo del acusado, de la magnitud del daño causado, etc. Se va graduado la pena.
El Tribuno