El exministro de Economía Roberto Lavagna lanzó esta noche de manera formal su precandidatura presidencial al inaugurar un local de su espacio político ‘Consenso 19‘, y remarcó que en una eventual gestión de él privilegiará ‘aumentar el consumo, la producción y las exportaciones‘.
Lavagna encabezó la ceremonia en el nuevo local ubicado en el barrio porteño de Retiro, sin la presencia de otros dirigentes con los que está dialogando por un acuerdo electoral como el gobernador santafesino Miguel Lifschitz y la líder del GEN, Margarita Stolbizer.
En su discurso, el extitular del Palacio de Hacienda lanzó críticas tanto al macrismo como al kirchnerismo, en su afán de construir un espacio por fuera de la ‘grieta‘: ‘Ya van ocho años de fracasos, cuatro años de un gobierno populista y cuatro años de un conservadurismo cuyo único interés son la rentas financieras‘, señaló.
‘Ocho años son 32 trimestres, cuando en el mundo hay dos trimestres negativos (en materia económica) suenan todas las alarmas. Nosotros batimos todos los récords‘, se quejó el dirigente, quien agregó: ‘Eso es mucho en la vida de cualquiera, un chico de diez años pasó el 80 por ciento de su vida en un país estancado‘.
«Nuestros tres objetivos básicos: reforzar la democracia republicana para terminar con esa tendencia de un sector que gana una elección y se queda con los organismos más importantes del Estado como el Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema. Por eso queremos fortalecer a la sociedad civil con instituciones como serían un consejo económico y social», señaló Lavagna.
En el acto tampoco hubo presencia de dirigentes de Alternativa Federal, el espacio peronista no kirchnnerista que también busca una ser una ‘tercera vía‘ frente a la polarización y con el que Lavagna se distanció al punto de que este mismo miércoles el senador Miguel Pichetto prácticamente le cerró la puerta a un entendimiento con él.
El ex ministro de Economía cree que hay diferencias irreconciliables con los gobernadores de Córdoba y Salta. Entiende que ambos suscribieron al documento de consenso planteado por el Gobierno y que eso implica respaldar el ajuste fiscal y el pago a los acreedores. Su postura es diametralmente opuesta. Y esa diferencia, a su entender, es determinante. No existen posibilidades de compartir un proyecto político común.
Lavagna está convencido de que, tarde o temprano, Urtubey y Schiaretti terminarán jugando cerca del gobierno de Cambiemos y de que Sergio Massa hará lo propio con el kirchnerismo. No cree en la centralidad de Alternativa Federal en la escena política. Lo considera un espacio que tuvo proyección de futuro antes de que Cristina Kirchner anunciara la fórmula con Alberto Fernández. Luego, se desvaneció.
Entre tanta desconfianza y diferencias, Lavagna mantiene múltiples coincidencias con un dirigente preciado en estos días de armado de fórmulas, alianzas y listas: Martín Lousteau. Comparte la mirada sobre lo que hay que hacer con la economía a mediano plazo y la forma de generar cambios en una gestión de gobierno.
A Lavagna le gustaría que Lousteau formara parte de su espacio. Incluso cree que podría ser el candidato a jefe de Gobierno porteño de Consenso 19. Pero, al mismo tiempo, sabe que el economista debe resolver el lugar que quiere ocupar y que al día de hoy no está seguro de en qué espacio poner los dos pies.
El Tribuno