El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, volvió a criticar la política económica del Gobierno al considerar que el mercado interno en el país «está en el peor de los momentos». «No hay un panorama de mejora en el corto plazo, esa es la coyuntura que está teniendo nuestro país», consideró.
En este sentido, reconoció que la administración de Cambiemos atacó la problemática de la inflación «con una mentalidad muy monetarista y se ha olvidado de la parte de los costos, y ahí es donde se va a tener que ir ajustando. Entramos ahora en un período electoral y no veo que haya medidas diferentes a las que tenemos ahora».
Al ser consultado en radio Millenium sobre la caída de las ventas en numerosos rubros que se registró en el último mes, Acevedo consideró que «la tendencia claramente ha sido de caída generalizada, en un contexto de altas tasas, recesión y caída del consumo. Ahora, estas semanas, la semana pasada, salió el tema de las cuotas, y eso en algunos sectores como electrodomésticos impacta fuerte».
Pese a las críticas, reconoció que la administración de Cambiemos «está bajando la inflación, algo que se puede ver mes a mes, y los últimos aumentos de sueldos o las paritarias que se están trabajando da un respiro para algo de mercado interno». Sin embargo, afirmó: «No somos optimistas, por lo menos este año».
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) fue reelecto el martes para continuar al frente de la entidad fabril durante dos años más. Así, el directivo de la Aceitera General Deheza (AGD) continuará en su cargo, secundado por Luis Betnaza como vicepresidente primero y Daniel Funes de Rioja como vicepresidente segundo.
El ex titular de la UIA Juan Carlos Lascurain, que se venía desempeñando como uno de los ocho vicepresidentes de la entidad, no continuará en el Comité Ejecutivo y será reemplazado por el empresario Carlos Garrera: el saliente integrante de la conducción es uno de los empresarios involucrados en la causa de los cuadernos.
Durante la semana pasada, la UIA había presentado una «agenda para el desarrollo regional», para impulsar en los niveles nacional y provincial, abordando cinco problemáticas: financiamiento; tributarias; logística; energía; adhesiones y reglamentaciones.
«La delicada coyuntura industrial, que afecta principalmente a las pymes más alejadas de los grandes centros urbanos, exige acciones con diferentes horizontes temporales», había argumentado la central fabril.