María Eugenia Vidal firmó esta mañana su candidatura a gobernadora de Buenos Aires por el frente Juntos por el Cambio acompañada nuevamente por Daniel Salvador.
Tras semanas de especulaciones en torno a la posibilidad de ir en listas colectoras para diferentes espacios, y los rumores del supuesto plan V para lanzarla por la presidencia, la mandataria provincial formalizó hoy el trámite para buscar la reelección en territorio bonaerense y así lo hizo saber desde su cuenta de Twitter.
«Como hace 4 años, confirmando mi compromiso con todos los bonaerenses. La Provincia necesita que profundicemos esta transformación que empezamos juntos», tuiteó Vidal.
Además, quedó confirmado Cristian Ritondo para encabezar la lista de de precandidatos a diputados acompañado por María Luján Rey, la madre de Lucas Menghini, una de las víctimas de la tragedia de Once.
Según pudo saber Infobae, cerca de las 21, el resto de la lista se completaba con Miguel Bazze en tercer lugar, Silvia Lospennato en el cuarto y Waldo Wolff en el quinto.
La nómina de legisladores (18 en total) se completa con Mariana Stilman, Sebastián Salvador, Mercedes Joury, Sebastián García de Luca, Karina Banfi, Alberto Assef, Mónica Frade, Pablo Torello, Camila Crescimbeni, Carlos Mraida, Florencia Retamozo, Santiago Espil y Danya Tavela.
La sorpresa es el puesto 11, donde figura Alberto Assef. Es que el partido de Assef, llamado UNIR, era junto con la UCEDE los que prestaban la estructura política para la candidatura presidencial del econimista Luis Espert.
La noticia sobre el «pase» fue confirmada el viernes a la tarde por el precandidato a vicepresidente de Macri, Miguel Ángel Pichetto. La decisión del actual legislador del Parlasur llegó luego de un encuentro con el senador y con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, en el despacho del primero en el Congreso Nacional.
El escenario ideal para María Eugenia Vidal hubiese sido poder despegar su elección de la nacional para poder sacar partido de una imagen mucho menos deteriorada que la del actual Presidente, pero esa puerta le fue cerrada por el propio Mauricio Macri y por su mano derecha, Marcos Peña. Ahora, la actual gobernadora enfrenta un difícil panorama ante el desafío que le plantea el hecho de que Sergio Massa se haya reconciliado con el kirchnerismo en vez de dividir ese electorado, algo especialmente riesgoso en un distrito que no tiene balotaje.