Es noticia: Mercedes no ganó una carrera de Fórmula 1 en lo que va de 2019. De las ocho fechas disputadas hasta llegar al Gran Premio de Austria, la escudería alemana se había repartido los triunfos de la mano de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. Sin embargo, el joven Max Verstappen festejó en la casa de Red Bull y le brindó a su escudería la primera alegría del año. El vencedor se recuperó de una pésima salida y de octavo pasó a ganador. Sin dudas, se vio la mejor competencia de la temporada.
Apasionante de punta a punta, la verdadera F1. Todo un logro el de Verstappen en Austria. Así, el piloto holandés le quitó la victoria a Mercedes por primera vez en la temporada, algo que parecía imposible de imaginar en las horas previas. En el segundo lugar quedó Charles Leclerc, con Ferrari. El podio lo completó Bottas y Sebastian Vettel resultó cuarto. En tanto que el campeón Hamilton finalizó en el quinto lugar. Con esto, Mercedes no pudo igualar el récord de Fórmula 1 de más triunfos consecutivos en Grand Prix por un constructor implantado por McLaren en 1988 (11 carreras).
Los últimos tres giros (en un trazado de 71) fueron apasionantes. En una maniobra arriesgada, Verstappen superó a Leclerc a falta de dos vueltas para el cierre y despertó la locura de los holandeses en las tribunas. Ambos pilotos se tocaron en la frenada de la curva 3, lo que generó las quejas del monegasco. Una batalla que le dio a Verstappen la sexta victoria en la máxima categoría. «Son carreras, si no hacemos eso nos quedamos en casa», dijo el ganador.
Con más de 50 grados en la pista, el circuito Red Bull Ring recibió un gran premio en el que se vio a Verstappen brillar a bordo de su coche. Una remontada antológica de una de las máximas promesas de la F1. Un triunfo consagratorio. «Pensé que la carrera estaba acabada tras la partida, pero mi ritmo no estuvo mal con el correr de las vueltas. Pude hacer varios sobrepasos y estoy muy feliz. Estamos trabajando mucho en este año», agregó el holandés.
Así, los dos jóvenes dominaron el fin de semana en Austria. De hecho, la pole en la sesión del sábado había sido para Leclerc. Los problemas mecánicos de Vettel y la sanción de Hamilton (recibió una penalización por haber molestado al finlandés Kimi Raikkonen y finalmente arrancó 4º), dejaron la primera fila más joven de la historia: por detrás de Leclerc (21 años) salió el propio Verstappen, de la misma edad. Garantía de espectáculo.
El español Carlos Sainz, que, por penalización (al haber sustituido motor y caja de cambios de su McLaren) salió desde el fondo de la parrilla (decimonoveno), protagonizó la gran remontada del día. Sainz ascendió once puestos, para acabar la carrera en la octava posición. Su compañero, el inglés Lando Norris, concluyó sexto, por delante del francés Pierre Gasly (Red Bull), que cruzó la meta en séptima posición. También entraron en los puntos el finlandés Raikkonen (Alfa Romeo), que fue noveno; y su compañero italiano Antonio Giovinazzi, décimo en Austria.
Leclerc estuvo muy cerca de convertirse hoy en el ganador más joven de Ferrari en la F1. Quedó a dos vueltas de superar a un mito como Jacky Ickxx, que logró su primer triunfo en Francia 68 con 23 años seis meses y seis días.
En las pruebas de clasificación, los incidentes de Verstappen, Bottas y Vettel habían impedido a varios pilotos, incluido Hamilton, rendir en las mejores condiciones. Por ahora, el británico ha ganado seis carreras de nueve disputadas y sigue en lo más alto de las posiciones con 197 unidades, 31 más que Botas y 51 con respecto a Verstappen. La próxima competencia será el Gran Premio de Gran Bretaña, en Silverstone (Inglaterra), el próximo 14 de julio.
Fuente: la nación
