Mediante audiencia pública en Tribunales Penales, se elevó a juicio la causa de “doble homicidio agravado”, en perjuicio de Nélida Romano y Lucio Guzmán de la localidad de Tapso, en el que se lo indica como autor a Andrés Rodolfo Villalba de 47 años de edad, quien fuera ahijado de las víctimas octogenarias.
En la audiencia la Fiscal Dra. María Belén Pan solicitó a la jueza la elevación a juicio de la causa ya que la investigación penal preparatoria había finalizado.
La representante del Ministerio Fiscal enumeró las evidencias colectadas que obras en el legajo. Entre las evidencias documentales obran las actas de procedimiento policial, secuestro de prendas de vestir, el informe de criminalística, informe fotográfico, plan métrico y georeferencial; entre otros elementos. También la fiscalía ofreció evidencias testimoniales de quienes participaron en la investigación y los objetos secuestrados como el arma blanca que fue utilizada por el imputado para ultimar a los abuelos, y sus prendas de vestir.
Por su parte, la Defensa Oficial sólo se adhirió a las pruebas ofrecidas por la Fiscalía.
Finalmente, la Juez de Control y Garantías Dra. María Gabriela Núñez de Cheble, luego de escuchar a las partes y controlar detalladamente todo el legajo de investigación penal preparatoria, resolvió ordenar la elevación a juicio de la causa.
El hecho
Entre las últimas horas del domingo 25 y las primeras del lunes 26 de junio del año 2017, el albañil fue a la vivienda de las víctimas, una pareja de abuelos de 85 y 86 años que vivían solos. Los ancianos recibieron a su ahijado ya que esperaban su llegada. Una vez adentro, los agredió física y brutalmente, luego tomó un cuchillo y les provocó la muerte a los ancianos mediante degüello.
Luego de quitarles la vida a los abuelos, caminó hasta su casa y quemó el cuchillo. Pero no pudo deshacerse del metal que resistió al fuego, y decidió arrojarlo en una zona montuosa.
Los investigadores junto a la Fiscalía y guiados por el imputado, pudieron dar con el arma homicida. También, entregó la ropa que vestía cuando cometió el crimen.
A través de la autopsia, se pudo determinar que la mujer presentó cabeza y rostro cubierto de sangre. En el cuello una lesión de corte importante, que se llegó a visualizar la columna cervical y múltiples hematomas en todo el cuerpo, idéntica a las sufridas por el hombre. Sólo que éste se le sumaba una luxación en un hombro.
También se pudo corroborar que las lesiones de hematomas fueron producidas antes de la muerte en ambas víctimas.
