Desde que el viejo zoológico de Palermo cerró sus puertas en 2016 y se transformó en Ecoparque, cientos de animales fueron reubicados en reservas o santuarios donde las condiciones de vida son mucho más parecidas al hábitat natural de cada especie.
En ese marco, se crearon cinco programas de conservación, entre los que se destaca el de aves rapaces y cóndores. Y este viernes 6 se devolvieron a la naturaleza 6 cóndores andinos, algunos de los cuales fueron rescatados de distintas provincias y otros directamente incubados por el personal del Ecoparque, como el caso del pichón Karút.
La liberación, que tuvo lugar en las Sierras de Paileman (provincia de Río Negro), se convirtió en la suelta más grande hecha en el país. Para lograr esa misión, las aves tuvieron que permanecer dos meses meses en recintos de liberación fortaleciendo los lazos sociales entre ellos y familiarizándose con su nuevo ambiente. Y los días previos a la liberación, se trabajó en campañas sobre las principales características del cóndor y del ambiente que habita.
Cada una de las aves tiene una historia diferente: Kárut (Trueno) nació en Ecoparque Bs. As. y fue incubado artificialmente y criado en aislamiento humano con asistencia de títeres de látex; Suyan (Esperanza) nació en el Parque Faunístico y Ecológico Yastay de La Rioja; Amancay (Flor) nació en el Bioparque Temaiken; Takiyiwe (Libertad) nació en el Parque Faunístico San Juan; mientras que Paqarina (Generadora de Vida) y Ñorquinquera (Sonido de Agua) fueron rescatadas en Río Negro y rehabilitadas en Ecoparque de Buenos Aires.
Por más de 100 años, el Cóndor estuvo extinto a lo largo de todo la costa Atlántica Patagónica; y fueron Charles Darwin, Enrique Hudson y Perito Moreno los primeros naturistas que los avistaron.
Gracias a los esfuerzos del Programa de Conservación del Cóndor Andino, unas 189 aves ya fueron liberados en todo el continente americano. Si bien el protocolo habitual indica soltar a los cóndores de a uno, en el caso de los pichones sin experiencia de vuelo (como estos seis ejemplares) se necesita un trabajo mucho más intensivo de cuidado y es por eso que fueron liberados en grupos bien socializados a fin de reforzar su contacto y unión.
Federico Iglesias, Director del Ecoparque porteño, opinó que «hubiese sido imposible realizar esta masiva liberación sin un trabajo coordinado entre un gran número de organizaciones y la solidez de un equipo técnico capaz de estar a la altura de este tipo de desafíos. Todavía queda mucho por hacer por la conservación de nuestra fauna autóctona y seguiremos por este camino».
Si bien el Programa de conservación del Cóndor Andino es ejecutado por el Ecoparque Bs As y Fundación Bioandina Argentina, esta masiva liberación se logró con el apoyo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable Río Negro, el Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable Chubut, la Secretaría de Ambiente de La Rioja, el Centro de Preservación y Rescate Yastay, La Rioja, la Fundación Temaiken, el Parque Faunístico San Juan, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable San Juan, la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Aerolíneas Argentinas, la Fundación Bioparc, Grand Parc du Puy du Fou, AFdPZ y la Asociación Beauval Nature de Francia.
La historia de Kárut
Luego de 22 años sin contar con una pareja reproductiva en el Ecoparque porteño, el 16 de noviembre de 2018 a las 00:01 hs. nació un cóndor con un peso de 207 gr. luego de una incubación de 59 días. Fue bautizado como Kárut (Trueno en lengua Aonikenk) por la fuerte tormenta que sucedía en la Ciudad de Buenos Aires durante su nacimiento.
El pichón nació en buen estado de salud y su cuidado se realizó bajo aislamiento humano utilizando títeres de látex que representan a sus padres y facilitan el reconocimiento con su especie. Luego de los primeros meses comenzó el proceso de sociabilización junto a una nueva bandada de cóndores, todos sin experiencia de vuelo.
Los padres fueron dos ejemplares proveniente de acciones de rescate en las provincias de Salta y San Luis. La pareja está formada por Sagta (el padre), que tiene un problema en sus ojos; y Eluney (la madre), que presenta problemas en sus alas los cuales no pueden ser liberados por sus problemas de salud.
