Mauricio Macri no podía ocultar su satisfacción al recorrer las obras que llevan las vías del tren Belgrano Cargas hasta el puerto de Timbúes, donde están las más importantes terminales de agroexportación de la Argentina, un espacio de alta competitividad global, a prueba de las peores crisis. El Presidente llegó a Rosario a retomar la campaña electoral, en un distrito (Santa Fe) que respaldó con la mayoría de votos al candidato presidencial opositor, Alberto Fernández.
«Se va a abaratar el 30 por ciento el costo del transporte, y eso significa que se puede, significa empleo presente y futuro y más trabajo para los argentinos», dijo el mandatario frente a una de las formaciones, ratificando su discurso político vinculado al desarrollo económico y productivo.
Macri recorrió los 800 kilómetros inaugurados acompañado por el presidente de Trenes Argentinos, Guillermo Fiad, y su candidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio, el actual diputado provincial Federico Angelini, que no se despegó de él desde que aterrizó en el aeropuerto de Fisherton.
Ya había estado revisando las obras en el mes de febrero, acompañado por el ministro de la Producción, Dante Sica, y el ministro de Agricultura, Luis Miguel Etchevehere. En ese momento, el gobernador Miguel Lifschitz lo acompañó en la recorrida y también en la Mesa Nacional de la Soja. Pero el socialista hoy no fue de la partida.
La fórmula Macri-Miguel Ángel Pichetto perdió por veinte puntos en Rosario frente a la de Alberto Fernández-Cristina Kirchner. Ese 47% versus 27% parecía letal para la coalición oficialista; sin embargo, cuando el sábado 24 de agosto se realizaron movilizaciones en todo el país en respaldo al Presidente, al Monumento a la Bandera fueron miles los rosarinos que se manifestaron para entonar el clásico «Sí, se puede» bajo la convocatoria #VamosADarlaVuelta.
Dos años atrás, en las primarias, Cambiemos había ganado en todos los barrios de Rosario. Recuperar la plaza rosarina es clave para ganar en Santa Fe ya que, a pesar de esa aplastante derrota en la ciudad, Macri perdió en la provincia, pero por 10% de los votos. Es decir, tuvo un amplio respaldo en el interior.
Macri también perdió en la ciudad de Santa Fe, que está gestionada por su aliado José Corral, también candidato a gobernador de la provincia por Juntos por el Cambio, que antes quedó tercero (19%) en las elecciones locales frente a Omar Perotti (40%) y Antonio Bonfatti (36%), que se realizaron en junio de este año.
Macri aprovechó el viaje para intentar explicar algo que para la ciudad no siempre es sencillo, es decir, que hacer más eficiente un puerto colabora también en el precio de los alimentos; «no son cosas que se hacen de un día para el otro», aunque en medio de un pico inflacionario son argumentos muy difíciles de comprender por el electorado.
«Trabajamos para llevar tranquilidad a la mesa de los argentinos, continuamos con los 500 precios cuidados que ahora incluyen productos de higiene y de limpieza, lo que se suma a más de 60 precios esenciales que no se aumentan desde abril», insistió, aunque seguramente con poca repercusión entre quienes más lo necesitan.
Luego de esa recorrida, el Presidente se dirigió al Parque Industrial Metropolitano ubicado en Pérez, el Gran Rosario, a reunirse con pequeñas y medianas empresas y comerciantes de la región, altamente afectados por la drástica caída del consumo.
A su regreso a Buenos Aires, Macri irá a la quinta de Olivos, desde donde seguirá las negociaciones políticas previas al debate parlamentario sobre la emergencia alimentaria que mañana se hará en la Cámara de Diputados.
«La emergencia está desde 2002 y hay herramientas suficientes para atender estas cosas, estamos para asistir a los gobernadores, si quieren ampliar o cambiar el proyecto, estaremos disponibles», adelantó el Presidente en declaraciones a medios santafesinos.