Una mujer fue al hospital y descubrió que su sangre se había vuelto azul

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Una mujer de 25 años se presentó en la sala de emergencias de un hospital de Rhode Island por tener la sangre y toda la piel azul debido a una reacción secundaria por uso de benzocaína

Una mujer de 25 años acudió urgencias a un hospital de Rhode Island ya que había presentado fatiga, debilidad de músculos y decoloración azul de la piel, al automedicarse y usar benzocaína (un anestésico tópico dental) para un dolor de muelas que la aquejaba.

«Estoy débil y azul», dijo al médico tratante Otis Warren, quien relató lo ocurrido en una presentación del caso en la publicación New England Journal of Medicine.

Estaba cianótica (término médico que describe el tono azul de la piel) debido a una insuficiencia en la oxigenación de la sangre. En su caso, los niveles de oxígeno –aunque bajos en 88%– no eran tan escasos como para explicar su apariencia, sin embargo tampoco presentaba dificultad respiratoria.

Fue ahí cuando el doctor Warren y sus colegas identificaron el problema: metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo en el que se produce una cantidad anormal de una forma de hemoglobina que lleva este nombre.

La historia médica de los Estados Unidos tiene registrado el caso de Martin Fugate y su familia, quienes padecían esta enfermedad que los vuelve de tonalidad azul

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Con la metahemoglobinemia, la sangre puede transportar el oxígeno, pero es incapaz de liberarlo de manera efectiva a los tejidos corporales. De no ser tratada a tiempo, puede ser mortal.

La metahemoglobina es una versión de la hemoglobina, la proteína roja en las células sanguíneas con grandes cantidades de hierro que transporta el oxígeno por el cuerpo. Nuestros cuerpos producen cantidades muy pequeñas de metahemoglobina de forma natural. No obstante, demasiada metahemoglobina no permite que la hemoglobina transporte el oxígeno a las células de forma normal. Para prevenir esto, el cuerpo produce enzimas que convierten la metahemoglobina en hemoglobina.

En general, se produce la metahemoglobinemia en personas que nacen con raras mutaciones genéticas que afectan su hemoglobina o las enzimas que la descomponen. Sin embargo, ciertos medicamentos, como la benzocaína, a veces pueden causar que nuestro cuerpo produzca mucha más metahemoglobina de lo que es normal, lo cual abruma el mecanismo de seguridad que tiene el cuerpo para controlar los niveles de esta sustancia.
Este exceso de metahemoglobina, que es de un color marrón más oscuro, causa que la sangre se cambie de roja a azul.

Ya Warren la había visto antes en un paciente que había sido tratado con antibióticos. «El color de la piel era exactamente el mismo y cuando lo ves una vez, ya que te queda grabado en la mente«, dijo a NBC News.

La paciente no había tomado antibiótico sino aplicado en la encía benzocaína, un anestésico local de venta libre que se usa para aliviar el dolor de dientes. El mismo que por el cual la Administración de Alimentos y Medicamentos emitió una recomendación el año pasado en la que insta a no usarlo ni venderlo para menores de 2 años, a quienes solía prescribirse con frecuencia en forma de gel durante la dentición.

La metahemoglobinemia puede ocurrir por exposición a varios medicamentos o químicos como nitrobenceno, nitritos (aditivos), lidocaína o dapsona y cloroquina (antibióticos), entre otros.

Se presenta de forma impredecible y no necesariamente por consumir estas sustancias necesariamente en altas dosis (aunque eso fue lo que hizo la paciente de Rhode Island).

Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, mareo, fatiga, falta de aliento, náuseas, vómitos, latidos cardíacos rápidos, pérdida de coordinación muscular y piel de color azul.

Un joven de 16 años la desarrolló después de que le aplicaran hidrocloruro 3% como anestésico durante una extracción dental, se lee en otro caso clínico publicado en 2001.

Por suerte, si se detecta oportunamente la metahemoglobinemia es curable. Paradójicamente el tratamiento consiste en aplicar azul de metileno, lo que dieron a la mujer en cuestión vía intravenosa en dos dosis. En cuestión de minutos se sintió mejor.

Han existido otros casos famosos, como el de los descendientes de Martin Fugate, emigrante francés que en 1820 llegó a Kentucky donde ganó fama por el tono azul de su complexión.

Cuatro de sus siete hijos tuvieron piel azulada, algo que se ha seguido transmitiendo de generación en generación desde entonces, relata un caso de estudio publicado en la revista médica JAMA.

La familia radicada en una zona poco poblada de Kentucky, concretamente en Troublesome Creek, en las montañas Apalaches.

Eso había hecho que todo aquel clan familiar hubiera practicado la endogamia –emparejándose entre miembros directos de la misma familia-, lo que provocó que se transmitiera cosanguíneamente la enfermedad de la metahemoglobinemia de una generación a otra.

Fuente: Infobae

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