Jugarse por todo y quedarse con nada
Los Pumas debían salir a matar o morir en este choque crucial ante Inglaterra. La caída del debut ante Francia no les dejó margen para otra cosa si querían pasar de ronda en el Grupo de la Muerte. Y a pesar de que enfrente estaba uno de los tres seleccionados más fuertes del mundo tenían que dar todo en busca de poder vencer al gran equipo del australiano Eddie Jones y esperar por el resultado decisivo ante Francia en la última fecha del grupo.
Arranque de estudio, con buen ida y vuelta
Salida de Los Pumas y recepción inglesa en el arranque. El equipo argentino que se hizo del control de la pelota y jugó plano en su campo, la respuesta de Inglaterra llegó con una patada al fondo en los primeros minutos de estudio. En la siguiente Urdapilleta con el pie la jugó para Moroni por el sector derecho, buena corrida de Tute y cierre de para anular del primer centro inglés. Así Los Pumas tuvieron la primera chance. De ese scrum cinco, llegó la salida de Ortega Desio, quien la abrió con ventaja para Los Pumas por infracción y por poco no llegó Carreras sobre la izquierda. El apertura a los 6 minutos, con ese penal abrió el marcador y dejó a Loa Pumas arriba 3 a 0.
La respuesta de Inglaterra no se hizo esperar y Jonny May convirtió el primer try luego de que los forwards desequilibraran con el maul. La patada de Farrell fue fallida y el score quedó para Inglaterra 5 a 3, en 8 minutos de juego. A los 12 minutos hubo un tackle a destiempo de Pablo Matera que hizo que varios jugadores reaccionaran y se tomaran a golpes de puño. El árbitro Owens solo le llamó la atención al capitán argentino. El juego siguió con Inglaterra en la iniciativa. Los Pumas no lograban manejar la pelota con claridad y las imprecisiones seguían. Hasta que a los 17 minutos un tackle peligroso y a destiempo de Tomás Lavanini sobre Owen Farrell, hizo que cambiara el partido cuando el juez Nigel Owens decretara la expulsión del segunda línea argentino – segunda en Los Pumas – y de esa forma el equipo de Ledesma se quedó con 14 jugadores y todo se hizo cuesta arriba. El penal de Farrell desde lejos no fue bueno y el score siguió 5 a 3 a favor de Inglaterra.
El juego se hizo deslucido y muy enredado, hubo un tackle en al aire de Manu Tuilagi a Boffelli que el árbitro no sancionó con penal (pudo ser amarilla). En 25 minutos la ventaja del hombre de más no se hacía notar e Inglaterra sabía que tenía que esperar y desgastar a unos Pumas que no encontraban la forma de superar en las pocas chances que tenían a la defensa inglesa. Así los argentinos aguantaban como podían los embates ingleses que intentaban moviendo la pelota y con patadas altas. Urdapilleta con el pie alejaba el peligro y el corazón de Los Pumas mantenía parejo un partido muy difícil con un hombre de menos. El control de la pelota mantenía al equipo de Ledesma con alguna chance.
Inglaterra no sacaba la diferencia y jugaba el partido que le convenía a Los Pumas y Carreras a 10 del final no pudo quebrar la marca inglesa por muy poco.
Llegó el desequilibrio inglés
Hasta que a los 35 minutos todo cambió y llegaron los tries ingleses. Youngs abrió el juego con su línea y Elliot Daly apoyó sobre el sector izquierdo el segundo try que Farrell volvió a fallar, para dejar las cosas, 10 a 3 para Inglaterra. Y para rematarlo en la última Inglaterra lo fue a buscar con varios pick and go. El esfuerzo de Figallo y Tetaz no fue suficiente y Ben Youngs se filtró en la defensa para liquidar el partido. La patada de Farrell una vez más se fue desviada y el primer tiempo finalizó con un 15 a 3 de Inglaterra.
Un segundo tiempo todo de color rosa
Inglaterra salió en busca del bonus desde el inicio, ante unos Pumas que defendían como podían. Y en 4 minutos el premio del punto extra llegó para el equipo de Eddie Jones, cuando George Ford se filtró en la defensa albiceleste y apoyó el cuarto try. Farrell se sacó la mufa y convirtió por primera vez en el partido para poner el score 22 a 3. Mario Ledesma intentó con las variantes una reacción argentina que nunca llegó (a los 8 minutos, ingresó Creevy para transformarse en el Puma con más caps de la historia), mientras Inglaterra manejaba a su antojo la pelota, el juego y seguía haciendo lo que planeó. Así llegó otro penal de Farrell a los 14 para poner el 25 a 3 parcial, y Eddie Jones comenzó a realizar variantes pensando en el partido decisivo del grupo con Francia.
En 23 minutos se notaba como con amor propio Los Pumas buscaban descontar, con su característica vergüenza deportiva, ante un equipo inglés que esperaba el momento para seguir sumando, con el pase a los cuartos de final en el bolsillo. El partido ya no era tal, con un hombre menos y cansados los argentinos no podían aunque iban en busca del descuento, e Inglaterra que sacó el pie del acelerador, se limitaba a esperar para buscar desnivelar de contraataque; aunque sin la concentración del inicio. Los minutos pasaban y la garra Puma apareció a nueve minutos del final, cuando Carreras cedió para Moroni que a la carrera se cortó ante la marca inglesa y apoyó debajo de los palos. La conversión de Boffelli dejó a Los Pumas más cerca (25-10), aunque muy lejos del juego inglés.
Tocado en su amor propio Inglaterra fue otra vez, y a los 33 Jack Nowell – que volvió al primer equipo en este partido- se anotó en el marcador con un nuevo try inglés, el cual sumado a la conversión de Farrell dejó la cosas 32 a 10. Para terminar, a los 39 llegó la frutilla del postre para Inglaterra con un nuevo try, en este caso con un maul inglés imparable, que una vez más superó la defensa argentina. Esta vez apoyó Cowan- Dickie y la conversión de Farrell selló el 39 a 10 final.
Así sonó la chicharra decretando el final y Los Pumas quedaron eliminados del mundial de Japón, ante un equipo inglés que fue más de principio a fin.