“Si para los próximos cuatro años quieren un actor pueden elegir a Mauricio Macri o a Alberto Fernández”. En el búnker de Consenso Federal aseguran que Roberto Lavagna no hizo grandes cambios en su preparación para el segundo debate presidencial que se realizará este domingo en la Facultad de Derecho.
Según revelaron a Infobae fuentes de su equipo, el ex ministro de Economía no trabajó con ningún coach que lo ayude a mejorar su performance mediática tras el primer round. Tampoco recurrió el juego de roles. “Nuestro candidato es un estadista que nos sacó adelante después de la peor crisis, no es un actor”, explican.
Este domingo, Lavagna insistirá con la misma estrategia que adoptó el domingo pasado: propuestas concretas, énfasis en los temas económicos, nada de chicanas ni golpes de efecto. En síntesis, arremeterá una vez más en su objetivo de salirse de la grieta porque -aseguran- es un juego que sólo beneficia a los candidatos de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
En su presentación de la semana pasada, el líder de Consenso Federal se encontró con algunas dificultades para optimizar el uso del tiempo. Además, muchos analistas también observaron que leer sus apuntes sin mirar a la cámara no es lo más recomendable desde el punto de vista de la comunicación mediática.
Sin embargo, en el búnker de Consenso Federal no parecen darle gran importancia a ese tipo de planteos y aseguran que los votantes que buscan “un poco más de contenido no van a tener problema en que no mire a la cámara”. A sus ojos, no tiene sentido intentar cambiar su personalidad tranquila. Lavagna “es un técnico” cuyo fuerte es la gestión económica.
En ese sentido, destacan con orgullo que le fue bien en el análisis de chequeo de datos: “Siempre busca ser muy preciso con la información”.
El equipo de Consenso Federal tienen en claro que tanto desde el macrismo como desde el kirchnerismo buscarán profundizar la polarización para terminar movilizando al electorado del centro. Por eso, la estrategia “anti-grieta” podría quedar deslucida si Macri y Fernández se atacan con más virulencia.
“Lo que nosotros planteamos es tener agenda propia y salir por arriba. Mientras tanto los otros dos principales candidatos solamente hace un acting que demuestra que no les interesan los problemas de fondo del país”, explicó a este medio un hombre de confianza del ex ministro.
Al realizar un balance sobre el primer cruce de candidatos en Santa Fe, el lavagnismo quedó conforme. Subrayan que, más allá de la pelea entre macristas y kirchneristas, lograron instalar temas como el hambre en los sectores jóvenes (que alcanza el 50%) y los recortes presupuestarios a los científicos.
Por otro lado, tras analizar la búsquedas de Google de los días siguientes, observaron que muchas personas se interesaron por sus propuestas y su discurso.
“Consideramos que llegamos bien al sector de macristas ‘blandos’ con nuestro mensaje propositivo. Roberto mostró que está en el centro y desea salirse de la polarización. Fue un objetivo cumplido”, aseguran sus allegados.
Desde el punto de vista electoral, al contrario de lo que creen los otros candidatos, en Consenso Federal calculan que es “estadísticamente imposible” que con los debates no se ganen o pierdan votos. “El primer debate tuvo 30 puntos de rating, es muy raro lograr que tanta gente mire un programa político”, explican. En este sentido, cabe destacar que la postura mayoritaria dentro del mundo de la comunicación política entiende que los debates en su mayoría atraen a un público politizado que ya tiene definidas sus preferencias electorales.
Finalmente, también hicieron referencia a las alusiones que Alberto Fernández hizo a las declaraciones de Lavagna durante el debate. Estas fueron interpretadas como un nuevo guiño al ex ministro para que se sume al equipo de Fernández si resulta electo. “Es porque los mercados no tienen confianza en los nombres que suenan para ocupar el Ministerio de Economía, pero hay 0% de chances de que acepte”, aclaran.
Lavagna tendrá este domingo una nueva oportunidad de romper la polarización y plantarse como el candidato de la célebre “ancha avenida del medio”. Sin embargo, esta estrategia podría perder efectividad ya que los dos principales candidatos probablemente apelarán a endurecer sus discursos.