Pamela Pombo reapareció en las últimas horas para dar cuenta de su brusco cambio de vida y físico.
Lejos de las pantallas y de los teatros, una de las hermanas Pombo, abandonó las tablas y ahora se dedica al fisicoculturismo.
En diálogo con Teleshow, la ex modelo, de 34 años, admitió que desde 2014 participa de certámenes de bikini fitness y ahora lo hará en Welness.
«Me pasó que dejé de disfrutar el hecho de ir a los programas y estar en el ambiente. Y dije ‘Si no lo disfruto, no es para mí’. Yo soy de las que creen que la vida es una sola, que hay que disfrutarla y vivirla como te gusta. Esto me encanta, me apasiona, la paso bien y lo disfruto», señaló en alusión al entrenamiento.
Luego de una experiencia frustrada en el vóley -llegó a jugar para la selección argentina- producto de las lesiones, siguió la recomendación de un tío deportólogo y se metió en el gimnasio.
«Me gustó la mutación de verme mucho mejor. A pesar de que ya era deportista y tenía un cuerpo firme, me empezó a gustar tener más piernas y más glúteos. Yo tengo una cintura chica y me gustaba cómo se veía la línea y la forma del cuerpo», asegura la chica fit, de 1,80 metros de altura.
«Pero no sentía que podía llegar a competir en alguna categoría, hasta que apareció Bikini fitness, que son chicas atléticas que se nota que van al gimnasio y que tienen apenas un tono muscular», sostuvo.
Pamela está en pareja con Gerardo Repollo, campeón argentino y sudamericano de fisicoculturismo y afirma que su acompañamiento es clave para el desarrollo de su profesión.
«Al mes de estar saliendo me dijo que ya estaba para competir», contó.
Pombo se consagró en torneos tanto locales como internacionales: Campeonato Argentino, Campeonato Sudamericano, Arnold Classic Brasil, Súper Show Chile, entre otros. También viajó al Mr. Olympia de Las Vegas en dos ocasiones quedando en el sexto y séptimo puesto entre 25 atletas.
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