Los movimientos de Cornejo y Lousteau para ganar terreno ante el vacío de poder en Cambiemos

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Cuando arribó al Congreso, Alfredo Cornejo quiso pisar fuerte. Buscó arrebatarle la presidencia del bloque UCR a Mario Negri. Fueron días de tensión en medio de la metamorfosis que sufrió Cambiemos, que pasó de oficialismo a oposición. La derrota fue inversamente proporcional a sus aspiraciones: la votación resultó 32 a 14, a favor del dirigente cordobés.

La postura de Gerardo Morales de respaldar la reelección de Negri obligó a una negociación entre los dos dirigentes, en la que se acordó la distribución de los cargos en el partido radical y en la conducción de los bloques parlamentarios. Fueron los primeros movimientos del ex gobernador de Mendoza en la cámara baja, que en esa votación logró la adhesión de diputados radicales de su provincia, de Córdoba, de Salta, San Luis, y los porteños Emiliano Yacobitti, Alvaro De Lamadrid y Carla Carrizo, cercanos a Martín Lousteau y al histórico dirigente Enrique “Coti” Nosiglia.

Rápidamente, a los pocos días, Cornejo fue designado vicepresidente tercero de Diputados y renovó la presidencia del Comité Nacional de la UCR. Desde ambos roles comenzó a recomponer su relación con Negri y también a plantear diferencias con el gobierno de Alberto Fernández, como por ejemplo las últimas medidas implementadas por la ministra de Seguridad, Sabina Fréderic.

Martín Lousteau, por su lado, se sumó al bloque UCR en el Senado como una figura importante luego de presionar durante muchos meses por la apertura de Cambiemos y de sellar una alianza con Rodríguez Larreta en la Cuidad, aunque el formoseño Luis Naidenoff retuvo la presidencia de la bancada y del interbloque Juntos por el Cambio, que pertenecía a Angel Rozas.

El ex embajador en los Estados Unidos, que fue electo vicepresidente primero de la Cámara Alta, era uno de los senadores que quería bloquear la sesión para aprobar la ley de emergencia económica que llegaba de Diputados con media sanción, pero tuvo que rever su postura luego de la presión de los gobernadores radicales Morales, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez.

La política en muchas oportunidades es como el agua, se acomoda a su entorno y a partir de ahí toma su forma definitiva. Cornejo y Lousteau transitan ese camino de espinas: posicionarse en el nuevo rol de oposición para aprovechar el vacío de poder Juntos por el Cambio y disputarle el liderazgo a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, en vacaciones y fuera de acción.

“Hablan mucho y Alfredo lo consulta por muchas cuestiones. En el bloque de senadores, Martín va a tener un rol importante, con mucho volumen político para convertirse en referente. Si no logramos generar otros liderazgos no vamos a poder pasar del 40% que sacamos al 51% que necesitamos para ganar”, señaló a Infobae un importante dirigente radical. En los pasillos del Congreso, los días posteriores al 10 de diciembre que marcó el cambio de Gobierno y la renovación de las bancas, se hablaba del eje Cornejo-Lousteau.

Otro parlamentario, que trabaja en Diputados, hizo referencia a las aspiraciones de Cornejo: “Al principio, cuando pelearon por el bloque, hubo tensión con Negri, pero ahora tienen el despacho uno al lado del otro y trabajaron la sesión de la Emergencia codo a codo; están trabajando bien”. “Alfredo tiene una enorme autoestima y creía que si llegaba a Buenos Aires le daban todo, y se encontró con los Gerardo Morales, los Negri, pero es un tipo hábil, solo hay que recordar que fue él quién creó, con Aberto Fernández, el radicalismo K en 2007 que llevó como vicepresidente de Cristina Kirchner a Julio Cobos”, agregó la misma fuente.

Cuando fue electo para el período 2019-2021 en la UCR nacional, Cornejo envió un claro mensaje al PRO, y si bien ratificó la pertenencia de la UCR a Juntos por el Cambio, advirtió que trabajará para que de ahora en adelante la alianza opositora, que también integra la Coalición Cívica de Elisa Carrió, sea liderada por la UCR. “El radicalismo es el partido mejor vertebrado para liderar esta coalición en el futuro”, planteó.

Este tándem Cornejo-Lousteau, por otro lado, tiene un correlato político en la provincia de Buenos Aires: Emilio Monzó. “Siempre dice que son parte de la dirigencia que tiene que terminar con la grieta”, destacó un dirigente cercano al ex presidente de la Diputados, ante la consulta de Infobae. Es más: el pasado 7 de diciembre, Monzó viajó a Mendoza para ver a Cornejo, y 15 días más tarde resolvió crear un bloque propio en la legislatura provincial, Cambio Federal, junto a diputados bonaerenses vinculados a Gustavo Posse.

El tratamiento de la ley de Emergencia Económica fue el primer desafío que tuvo Cambiemos en su rol de oposición, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires, con el paquete que el gobernador bonaerense Axel Kicillof aún no logró aprobar. En ambos casos, tanto Macri como Vidal estuvieron ausentes de la discusión. En ambos casos, quedó expuesto el vacío de poder que Cambiemos deberá comenzar a resolver de cara al 2023.

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