El motocilcista portugués Paulo Gonçalves murió el domingo después de protagonizar un accidente en el Rally Dakar, y el piloto de 40 años se convirtió en la vigésimo quinta fatalidad dentro de la competencia motora más exigente del mundo.
Gonçalves, de 40 años, sufrió un accidente a la altura aproximadamente del kilómetro 276 de la etapa entre Riad y Wadi Al Dawasir (Arabia Saudí), que tenía el tramo cronometrado más largo de todo el rally, con un total de 546 kilómetros de competición.
El portugués participaba por decimotercera vez en el rally más duro del mundo, y por primera vez lo hacía con la marca india de motos Hero, tras haber competido antes con la japonesa Honda, con la que en 2015 quedó segundo del Dakar, el mejor resultado de su carrera.
Quien se topó con él tras el accidente fue Toby Price. El australiano dialogó con el sitio español Marca y contó cómo fue el paso a paso desde que vio a su colega tirado en el suelo hasta que se lo llevó el helicóptero. “Estaba en una gran pista rápida a todo gas. La lámpara del GPS se me apagó y vi una moto tendida en la distancia, y nunca es bueno porque era una zona de alta velocidad. Al llegar me encontré a Paulo en el suelo. Primero no sabía muy bien quién era y luego rápidamente me di cuenta de que era él. Inmediatamente vi que era algo bastante serio«.
El australiano explicó que apenas él descendió de su moto apareció otro de los competidores para colaborar, el eslovaco Stefan Svitko: “Intentamos que respondiese y llamamos a los helicópteros e informar al control de carrera cuanto antes”. Mientras aguardaban, ambos quisieron reanimar al portugués, pero todo fue en vano: «Continuamos llamando por ayuda y respondieron que el helicóptero estaba en camino. Intentamos hacer todo lo que pudimos, pero no había respuesta, pero lamentablemente no había respuesta”.
El piloto estaba inconsciente y presentaba una parada cardiorrespiratoria cuando acudió a su rescate un helicóptero de la organización del Dakar. Los médicos de la carrera le practicaron maniobras de reanimación en el mismo lugar del accidente sin éxito, por lo que el piloto luso fue trasladado al hospital de Layla, dentro de la región de Riad, donde se certificó su fallecimiento.
Price, ganador de la prueba en 2019, se lamentó por lo sucedido, pero valoró el trabajo de los organizadores que acudieron rápidamente al lugar del accidente: “Fueron los 8 minutos más largos de mi vida. Sentí que fueron como una hora. Los médicos respondieron bastante rápido, viendo como estaba él y trataron de consolarme a mí a Svitko, que llegó dos minutos después que yo. Como dije, fue un duro día para el mundo del motociclismo perder un gran amigo y un gran compañero”.
Según contó el australiano, la etapa era una de las más rápidas, tanto es así que el promedio estaba en los 120 kilómetros por hora, lo que provoca que en ocasiones los pilotos se distraigan por mirar el “roadbook” que indica el camino. “Pero no es culpa de nadie. Desafortunadamente a veces te llega tu momento y lamentablemente ayer fue el momento de Paulo. Estoy feliz de haber estar ahí tanto tiempo como pude”, remarcó.
El corredor de 32 años que forma parte de KTM recordó que Gonçalves lo había ayudado en el Dakar celebrado en Sudamérica hace tres años: “Me acuerdo que él se paró cuando yo me rompí la pierna en el Dakar de 2017. Era lo mínimo que podía hacer por él. Ayudamos a meterlo en el helicóptero y me tomó entre 15 o 20 minutos para recuperarme y volver a subirme a la moto. Portugal perdió a un buen guerrero, eso es seguro”.
El rally Dakar 2020 se disputa del 5 al 17 de enero con doce etapas y un recorrido de casi 8.000 kilómetros, de los que más de 5.000 son cronometrados, con salida en Yeda y final en Qiddiya, una gran ciudad de ocio que se construye a las afueras de la capital Riad. El piloto luso murió en la séptima etapa del rally, la cual tenía 546 kilómetros cronometrados y se anticipaba una ruta muy rápida entre valles de arena y dunas rumbo al “Cuarto Vacío”, un área de desierto de 650.000 kilómetros cuadrados prácticamente deshabitada.
Fuente: Infobae