Tras el arribo de Pol Fernández, y a la espera de lo que suceda con las negociaciones por el mediocampista colombiano Edwin Cardona y defensor peruano Carlos Zambrano, la dirigencia de Boca sorprendió con la contratación del hijo de una vieja gloria de la institución.
Se trata de Lucas Serna, hijo de Chicho Serna, pieza clave del equipo que bajo la conducción técnica de Carlos Bianchi conquistó 3 torneos locales, 2 Copas Libertadores y 1 Copa Intercontinental.
El joven, que es categoría 2000 y se desempeña de volante central, al igual que su padre, llegó a la institución de la Ribera por expreso pedido de Jorge Bermúdez y Carlos Navarro Montoya, quienes tras el arribo de Juan Román Riquelme pasaron a tener un rol importante a la hora de tomar decisiones en el fútbol de Boca. Se sumó a las prácticas del plantel de la Cuarta División.
El futbolista llamó la atención de los mandatarios xeneizes tras enfrentarlos con la camiseta de Huracán y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde tuvo el gusto de trabajar bajo las órdenes de Diego Armando Maradona. También tuvo un paso por las inferiores de Atlético Nacional de Colombia.
Chichito, que será dirigido por otro histórico volante central de Boca como Blas Armando Giunta, tiene en su currículum un título con el Verde Paisa: el Nacional de 2017. A diferencia de su padre, Lucas es un futbolista más técnico y algunos se animan a compararlo con el estilo de juego de Leandro Paredes en la selección argentina.
En lo que respecta al primer equipo, el conjunto de Miguel Ángel Russo se focaliza en el clásico del próximo domingo, desde las 21.45 en la Bombonera, ante Independiente. El cuadro azul y oro, con 29 unidades, es uno de los escoltas junto a Lanús y aparece a sólo un punto de los líderes River y Argentinos Juniors.
