Alberto Fernández arribó hoy a Jerusalén para participar de los actos oficiales por el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, junto con otro 23 mandatarios más. Se cumplen 75 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau.
El Presidente mantendrá, además, una reunión con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y espera encontrarse a solas con el jefe de Estado Emmanuel Macron, y el mandatario ruso, Vladimir Putin. En ambos casos la Cancillería, a cargo de Felipe Solá, trabaja a contra reloj para lograr estos “cafés”, que incluso podrían reducirse a una “charla de pasillo”.
La ceremonia principal se hará el jueves en el museo de la Shoá Yad Vashem, en la que está prevista la participación del vicepresidente americano, Mike Pence y el Rey Felipe IV, de España.
El director general de la cancillería y la ministra de Cultura israelí recibieron a Alberto Fernández y a su mujer Fabiola Yañez
Fernández arriba a Israel acompañado por Solá; la primera dama, Fabiola Yáñez; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el vocero Juan Pablo Biondi; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz y el diputado Eduardo Valdés.
La decisión del mandatario argentino de viajar a Israel se interpreta como un gesto hacia la administración de Donald Trump -uno de los principales aliados de Tel Aviv- si se tiene en cuenta que el gobierno de Estados Unidos podría tener influencia en la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El paso por este país se produce, a su vez, a solo días de conmemorarse el quinto aniversario de la muerte del exfiscal Alberto Nisman, que tenía a cargo la investigación del atentado a la AMIA y que días antes de fallecer, denunció a la expresidenta Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento a Irán.
El Tribuno
