A menos de dos meses del arranque de la actual administración, la bandeña Claudia Ledesma quedará a cargo del Poder Ejecutivo debido a la superposición de viajes al exterior de Alberto Fernández –vuelve de su gira europea el viernes- y de Cristina Kirchner, quien vuela el jueves a Cuba. Será presidenta por un día, algo impensado hace menos de tres meses.
Ledesma fue diputada nacional y gobernadora de Santiago del Estero y es la esposa de Gerardo Zamora, el poderoso mandatario de esa provincia del norte que se define como radical pero desde la década pasada juega aliado al peronismo a nivel nacional. Actual presidenta provisional del Senado, la santiagueña ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión presidencial.
Pero no llegó a estar en la posición que ahora enfrentará su esposa de quedar al frente del Poder Ejecutivo, aunque más no sea por un puñado de horas. «Nunca firme el libro notarial de traspaso presidencial«, dijo el mandatario.
La elección de Claudia Ledesma como presidenta provisional del Senado fue una jugada sorpresiva de Cristina Kirchner, a fines de noviembre pasado. La mesa chica de la vicepresidenta se enteró de que la santiagueña era la elegida apenas horas antes de que se hiciera público.
Fiel a su estilo de resultar imprevisible, Cristina ni siquiera había enviado señales a Santiago del Estero de que estaba pensando en la senadora para la presidencia provisional. Es más: el lunes 25 de noviembre, cuando la noticia trascendió, en la gobernación santiagueña aún no habían sido notificados siquiera de manera reservada.
El martes 26, cuando Zamora se encontraba de viaje y sin señal de celular por el interior de su provincia, Cristina Kirchner llamó por teléfono a Claudia Ledesma y la convocó. La senadora voló a Buenos Aires sin llegar a hablar con su marido.
Aunque inesperada, vista en perspectiva la elección de la senadora resultó previsible. Para empezar fue una recompensa al tamaño del triunfo que logró Zamora. La fórmula presidencial del Frente de Todos obtuvo en Santiago del Estero la victoria más aplastante de todo el país: cosechó casi el 75% de los votos. La diferencia que el FdT le sacó a Juntos por el Cambio fue de más de 55 puntos.
“Si no premiamos eso , ¿qué premiamos?”, plantean en el kirchnerismo.
Pero hay más. Zamora fue uno de los pocos gobernadores –se cuentan con los dedos de una mano- que se mantuvo leal a CFK aun en sus peores momentos.
Siempre se mostró opositor a Mauricio Macri. El año pasado, Zamora fue el primer gobernador en salir a celebrar la postulación de Alberto Fernández a la presidencia.
La senadora Claudia Ledesma con su marido Gerarzo Zamora, en 2017, cuando él volvió a asumir como gobernador.
Pero hay dos extras. Uno: al gobernador de Santiago del Estero responden tres senadores nacionales -una es su propia esposa- y 7 diputados nacionales. En tiempos de equilibrio parlamentario, esas bancas resultaron clave para que el oficialismo se asegurase la primera minoría en Diputados y el quórum propio en el Senado.
El otro. En época del empoderamiento femenino, Cristina dio una señal al ubicar a una mujer en un puesto estratégico.
De perfil bajo, Ledesma ocupa un despacho en la planta baja del Palacio del Congreso. Es el mismo que utilizó su marido durante su período como senador (2013-2017).
De amplias dimensiones -esta en el podio de los más grandes de todo el Senado-, desde hace al menos dos décadas es utilizado por los presidentes provisionales. Eso sí: durante el macrismo, Federico Pinedo debió conformarse con otra oficina, también en la planta baja. El entonces oficialismo no se animó a ir a pedir el despacho ocupado primero por Zamora y después por la también santiagueña Ada Itúrrez.
Escribana, de alta imagen positiva en su provincia -se lo ha escuchado en privado al gobernador Zamora decir que mide más que él-, Ledesma es nieta del legendario caudillo radical Ricardo «Pololo» Abdala.
Consultada por Clarín a comienzos del mes pasado sobre si se definía albertista o cristinista, Ledesma contestó: «Respeto a los dos. Es cierto que conozco mucho más a Cristina, por quien siento un profundo cariño y agradecimiento, por cómo nos trató siempre a los santiagueños. Pero a cualquier pregunta de referencia nacional, siempre contestaré que fundamentalmente me importa mi provincia, y por lo tanto, si quieres insistir para que me defina: me declaro de Gerardo Zamora, jajaja. Es por el único que no dudaría».
«No cambia mi bajo perfil ni mi rutina normal»
La semana pasada, la senadora Claudia Ledesma recibió un llamado del escribano General de la Nación, Carlos Víctor Gaitán. Quedaron en que este miércoles, tras la sesión en la que el Senado se propone sancionar la ley de la deuda, el escribano irá a verla al Congreso para que firme el acta de traspaso de mando.
La senadora se encontraba este domingo a la tarde junto a su hija Amparo y a miembros de su familia en el interior de Santiago del Estero. A esa hora, el gobernador Gerardo Zamora y los dos hijos varones del matrimonio estaban en la capital provincial viendo el partido River Plate-Central Córdoba.
Ledesma contestó, vía Whatsapp, un puñado de preguntas de Clarín.
-¿Se imaginó alguna vez que llegaría a la Presidencia?
-Jamás . Yo nunca tuve grandes aspiraciones políticas en cuanto a ocupar cargos. Y mucho menos nacionales.
– ¿La contactaron del Gobierno para avisarle?
-Este viernes estuve en el Senado , cumpliendo con algunas cuestiones administrativas, y el escribano de Presidencia me llamó para avisarme que seguramente el miércoles a última hora tendría que firmar el acta de traspaso correspondiente, es la única información que tengo.
-¿Le cambiará en algo su rutina?
– Para nada. Yo nunca cambio mi rutina. Jamás use custodios, para ir a la escuela, a reuniones de padres, o en cualquier actividad que realizó desde adolescente, como ir al gimnasio o reunirme con mis amigas -las conozco desde el jardín de infantes- voy manejando en mi auto yo sola. Estar en el Senado, o eventualmente ocupando una función como la de presidente provisional, que además me coloca en la línea sucesoria, para quedar transitoriamente a cargo de la vice presidencia o de la presidencia, no cambia mi bajo perfil ni mi rutina normal. No ocurrió cuando fui gobernadora, tampoco ahora.
-¿Qué significa, desde lo político, ser presidente provisional?
-Ocupar cualquier cargo en el orden nacional es muy importante, para cualquier político del interior . Yo siempre asumo cualquier función con mucha responsabilidad. Pero también se que estoy representando a los santiagueños y sobre todo a las mujeres santiagueñas. Y eso para mí tiene un profundo significado desde lo político.
Carlos Galván