Todas las personas que lleguen a Hong Kong procedentes de China continental serán sometidas a partir del sábado a una cuarentena obligatoria de dos semanas, para evitar la propagación del nuevo coronavirus, anunció el miércoles la jefa del gobierno local.
«La medida es dura. Pero después de este anuncio (…) creo que el número de llegadas va a disminuir», afirmó Carrie Lam, sin dar más detalles sobre cómo va a poder aplicarse esta medida.
«¿Quién querrá entrar a Hong Kong desde el continente y ser puesto en cuarentena por 14 días? En visto de ello, no deberíamos tener que gestionar una gran número de llegadas», agregó la jefa del Ejecutivo de esta ex colonia británica.
Hong Kong, territorio semiautónomo chino, tiene 21 casos confirmados y anunció el martes su primera muerte por el coronavirus. Hasta ahora ha cerrado diez de sus puestos fronterizos con China continental, pero otros tres permanecen activos.
Más de 5.000 médicos y enfermeros hongkoneses participaron este miércoles de la tercera jornada de una inédita huelga con la que pretenden presionar al Ejecutivo para que cierre totalmente la frontera con la China continental.
Pero Lam sostiene que cerrar totalmente la frontera sería poco práctico, económicamente perjudicial y discriminatorio.
Una larga fila para comprar barbijos en Hong Kong, ante el avance del coronavirus. /EFE
Según datos oficiales, cerca de 10.000 habitantes de China continental usan los puestos fronterizos y el aeropuerto internacional para entrar a Hong Kong.
Por su parte, unos 33.000 residentes en Hong Kong pasan la frontera terrestre para entrar a China continental.
Encerrados en un crucero
En tanto, unas 3.600 personas fueron retenidas en un crucero en el puerto de Hong Kong para ser sometidas a pruebas médicas después de que tres pasajeros chinos que habían viajado antes en esa embarcación fueran confirmados como portadores del coronavirus de Wuhan.
En la mañana de este miércoles, un equipo de funcionarios sanitarios hongkoneses embarcó en el World Dream para llevar a cabo inspecciones médicas a 1.800 pasajeros y 1.800 tripulantes poco después de que el buque atracase en la terminal de Kai Tak, en Kowloon, a la que llegó tras ser rechazado por las autoridades taiwanesas.
El cruceo World Dream, con unas 3.700 personas a bordo, anclado en Hong Kong mientras se estudian casos sospechosos de coronavirus. /DPA
El regreso del crucero a la ciudad semiautónoma china avivó las preocupaciones entre los hongkoneses, después de que el martes se registrase allí la primera muerte relacionada con el coronavirus.
Sin embargo, las autoridades han prometido que ninguna persona bajará del World Dream hasta que se hayan llevado a cabo todas las pruebas necesarias.
Entre el 19 y el 24 de enero, ese barco llevó a unas 4.500 personas en un crucero del que participaron tres turistas chinos a los que posteriormente se les detectó el coronavirus, cuyo nombre provisional es 2019-nCoV y que hasta ahora ha dejado 490 muertos y más de 24.000 infectados en China.
El domingo pasado, el buque zarpó para un nuevo viaje con otros pasajeros.
Las autoridades afirmaron que ninguno de los 1.800 pasajeros retenidos -de los que el 90% son hongkoneses- se había cruzado con los tres turistas contagiados, pero algunos de los tripulantes sí que habían tomado parte de aquel crucero.
La cuarentena del World Dream se suma a la del Diamond Princess, en la ciudad japonesa de Yokohama, que ha registrado varios positivos en las pruebas realizadas a pasajeros para detectar el coronavirus.
El pánico al contagio invadió estos días las calles de Hong Kong. Miles de personas hicieron fila desde la noche para comprar mascarillas, ante la grave escasez de estos artículos para prevenir contagios.
AFP y EFE
