Preocupación en Santa Fe por el cierre temporal de la planta de Sancor en San Guillermo

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La planta de SanCor de San Guillermo, que en Santa Fe elabora quesos y muzzarella, permanece cerrada de manera temporal. Según indicaron fuentes de la cooperativa se retomará la actividad a comienzos de mayo próximo. La compañía aseguró que debió adoptar un esquema de suspensiones en sus usinas lácteas por la falta de materia prima y financiamiento para operar normalmente.

Felipe Michlig, senador provincial de Santa Fe (UCR FPCyS), le dijo a Infobae que tras un encuentro con José Gastaldi, presidente de SanCor Cooperativa Unida Limitada, se le informó oficialmente que “la Planta de San Guillermo en 60 días debería estar funcionando nuevamente”.

“Los directivos de SanCor aseguraron –dijo Michlig– que la planta de San Guillermo no va a cerrar, que la necesitan y está tecnificada para procesar quesos blandos y muzzarella. La idea es que en dos meses la planta esté funcionando nuevamente. Hoy está temporalmente parada, cuenta con poco más de 100 empleados suspendidos y cobrando parcialmente sus sueldos. Esta es una de las seis plantas que aún quedan en manos de la empresa”, dijo.

La endeble situación económica, financiera y productiva de SanCor también es seguida de cerca por el gobierno provincial de Omar Perotti, desde donde se reconoció hace un par de semanas que la empresa corría “riesgo de continuidad”.

El ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, manifestó -tras reunirse con la Comisión de Agricultura de la Legislatura provincial- que “el cierre” de la actividad en la planta de San Guillermo es provisorio: estamos viviendo una situación muy complicada de la compañía y la planta de San Guillermo, es parte de ello”.

En declaraciones a medios televisivos, el funcionario santafesino señaló también que “el contexto es muy complicado (para la cooperativa láctea), pero se está trabajando muy fuerte con la empresa y con el Gobierno Nacional para que SanCor de algún modo vuelva a recepcionar los litros de leche que le permitan convertirse en un modelo sustentable”.

“No es un cierre definitivo: es temporal”, aseveró Costamagna, sobre el freno de la actividad que presenta la planta ubicada en el Departamento de San Cristóbal, que está situada en un importante lugar de la cuenca lechera del noroeste santafesino.

Proyecto

Con el objeto de quitarle presión a las finanzas de la empresa, el senador Felipe Michlig, en contacto permanente con el propio Costamagna pese a ser opositor, presentó en la Cámara de Senadores de Santa Fe un proyecto para instar a la gestión de Omar Perotti a “profundizar e intensificar las gestiones ante la Nación para obtener recursos y aportes de capital de trabajo” con el objetivo de “fortalecer” a SanCor en su funcionamiento, tanto laboral como para el procesamiento de leche.

Según estimaciones de la propia cooperativa láctea, la inyección de unos 25 millones de dólares le permitiría “recomponer su capital de trabajo”, compra de insumos y leche para procesar más volumen de materia prima y sostener su capacidad operativa instalada, y también nivel de empleo.

Michlig consignó a este medio que el Consejo Directivo que encabeza Gastaldi informó que “la cooperativa llegó a un acuerdo con la AFIP respecto a las deudas impositivas que mantenía la empresa, motivo por el cual se logró levantar la inhibición general (dispuesta oportunamente por las autoridades impositivas), que le permite a la compañía operar con mayor normalidad en materia bancaria o financiera».

En este sentido, si bien continúa la situación de crisis, la directiva empresaria está abocada a adoptar una estrategia que le permita a la cooperativa obtener una mayor cantidad de leche para abastecer con normalidad sus plantas, y sostener su esquema de logística y dar continuidad laboral al personal.

Según trascendió, la cooperativa SanCor hizo frente a una importante reestructuración de activos y ajustar el rojo en sus balances durante el 2019 con venta de activos y reducción de su plantilla de personas de 4.500 a 1.900 empleados en un lustro, ocupados en un total de seis plantas donde produce leche fluida, en polvo, quesos, manteca, entre otros productos lácteos.

En el 2015, la cooperativa recibía unos 5 millones de litros diarios de leche mientras que actualmente apenas recibe de sus tambos proveedores un 10% de ese volumen. SanCor llegó a procesar históricamente un 20% de la producción láctea de Argentina, en tanto que en la actualidad dicha participación se redujo apenas a un 1,5%.

En el último año y medio, con el objetivo de obtener liquidez –y ante la falta de acuerdo con la neozelandesa Fonterra– cerró la venta a Adecoagro de dos plantas: una en Chivilcoy (Buenos Aires) y la otra en Morteros (Córdoba), junto con las marcas Las Tres Niñas y Angelita, por un valor de 45 millones de dólares.

También se habría cerrado la venta a Vicentin el 10% restante de ARSA, en Córdoba, donde se elaboran postres, flanes y yogures con la marca SanCor por un valor de 46 millones de dólares. Una operación que no fue confirmada aún por la compañía ante la crisis que enfrenta el grupo nacido en Avellaneda, provincia de Santa Fe.

Con el aval del sindicato de lecheros ATILRA, SanCor en cinco años redujo a más de la mitad su plantilla de personal para concentrar su actividad en un puñado de seis plantas: Sunchales, Gálvez y San Guillermo (hoy parada), en Santa Fe, y en Balnearia, Devoto y La Carlota, en Córdoba.

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