El ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, famoso por sus tórridas cenas, se separó de su novia de 34 años de edad, para salir con una diputada de 30, informaron este jueves medios italianos.
En el apogeo de la epidemia de coronavirus, que mató a 107 personas en Italia, las travesuras de citas del hombre en el centro de las famosas veladas “bunga bunga” trajeron a los italianos una distracción bienvenida.
El multimillonario y eurodiputado de 83 años dejó a Francesca Pascale, de 34 años, después de una relación de 12 años, pero la pareja “seguirán siendo amigos”, dijo su partido de Forza Italia en un comunicado el miércoles.
Después de que se publicasen unas fotos con la diputada de su partido Marta Fascina en una revista, señaló que “es apropiado confirmar que existe una relación de afecto y amistad verdadera y profunda entre el presidente Silvio Berlusconi y la señora Francesca Pascale, pero que no existe una relación sentimental entre ellos”.
Pascale, quien una vez dijo en una entrevista que le pidió a Berlusconi que se casara con ella todos los días, pareció haber sido tomada por sorpresa, diciendo que estaba “asombrada” por la declaración, según el diario La Repubblica.
“Siempre querré al infinito a mi presidente. Le deseo toda la felicidad del mundo. Espero que encuentre a una persona que lo cuide como yo”, dijo la rubia, que llamó la atención de Berlusconi cuando fundó un club de fans para él.
Según los informes, el magnate de los medios dos veces divorciado la abandonó por una mujer 54 años más joven que él: Marta Fascina, de 30 años, parlamentaria de su partido.
De confirmarse los rumores, Fascina saldrá con un hombre llamado “el inmortal”, que dominó la política italiana durante más de dos décadas a pesar de los escándalos sexuales y los problemas legales.
Quién es Marta Fascina
Nacida en 1990, oriunda de Calabria de Melito Porto Salvo pero criada en Portici, cerca de Nápoles, Fascina es diputada de Forza Italia en la primera legislatura. Para muchos, su historia está envuelta en el misterio.
Según el Corriere della Sera, Fascina conoció a Berlusconi hace unos años cuando, recién graduada en Literatura en la Universidad La Sapienza de Roma, se unió a la oficina de prensa y relaciones públicas de AC Milan, en la época en que el empresario era aún dueño del equipo de fútbol. Desde ahí, en 2018 dio el gran salto al Parlamento italiano, siendo electa en las listas de Forza Italia y convirtiéndose, desde sus columnas en el diario Il Giornale —propiedad del magnate— en la defensora de la ortodoxia berlusconiana.
“Son todo lo contrario. Tan llena de energía era Pascale como silenciosa Fascina. Pascale a veces ha estado un paso por delante del presidente, Fascina siempre estuvo un paso por detrás”, dijo una fuente del entorno de Berlusconi al Corriere bajo condición de anonimato.
“Paseando a mi perro”
Los rumores sobre su relación con Fascina circulaban en los medios de comunicación desde hace tiempo, lo que llevó a Pascale a dar una entrevista a la revista Novella 2000 admitiendo que su joven rival estaba durmiendo en la casa de Berlusconi, pero simplemente para estar disponible para trabajar.
Pascale vive en una villa que Berlusconi le compró a pocos kilómetros de su residencia en Arcore, en el área de Milán.
Pero una vez que aparecieron imágenes de paparazzi del ex primer ministro y de Fascina saliendo de un hotel en Suiza paseando a Dudú, un caniche que Pascale llevó a la casa de Berlusconi durante su relación el secreto se desveló.
“Me divierte ver a un miembro del parlamento llevar a mi perro a pasear. Pero eso está bien para mí”, dijo.
Los medios italianos informaron en 2014 que Pascale compró un vestido de novia para celebrar el divorcio de Berlusconi de su segunda esposa, Veronica Lario.
Un largo historial del escándalos
Berlusconi fue sentenciado en 2013 a siete años de cárcel por pagar por tener relaciones sexuales con una bailarina de 17 años conocida como “Ruby Robacorazones”, aunque esa condena fue revocada más tarde.
El ahora eurodiputado está siendo juzgado por corromper a las mujeres jóvenes que asistieron a sus fiestas con regalos y sobres con efectivo para comprar su silencio sobre las cenas que él definió «elegantes”, pero que según algunos invitados eran en realidad orgías.
Veronica Lario, su esposa de entonces, dijo en ese momento que ya no podía tolerar su “asociación con menores”.
Lario cuestionó el estado mental de Berlusconi cuando tiró la toalla después de 19 años de matrimonio. La gota que colmó el vaso aparentemente fue su misteriosa relación con Noemi Letizia, una joven de 18 años originaria de Nápoles.
