La epidemia de coronavirus se expande preocupantemente en España. Este viernes se elevó a 4.209 la cifra de contagiados en el país, que se consolida como el segundo más afectado de Europa después de Italia. Al menos 120 personas murieron ya producto de complicaciones derivadas de la enfermedad.
El brote llevó al gobierno de Pedro Sánchez a declarar el estado de alarma. “La emergencia sanitaria y social generada por el coronavirus conocido como COVID-19 crea circunstancias extraordinarias como las que la ley contempla para dotar al gobierno de recursos legales también extraordinarios. En la reunión prevista para mañana, el Consejo de Ministro adoptará un conjunto de decisiones excepcionales al amparo de la declaración del estado de alarma que se va a decretar mañana«, dijo Sánchez en un mensaje televisado.
La mayor parte de los cosas se concentran en Madrid, que tiene 2.078 infectados, de los cuales murieron 64. En el escalón siguiente aparece el País Vasco, con 417 afectados y 14 muertos.
España amaneció este viernes con infinidad de edificios y otros espacios públicos cerrados, sobre todo en la región de Madrid, sin clases en buena parte del país, numerosas actividades económicas, sociales, culturales y deportivas suspendidas, mientras la Policía vigila tres localidades catalanas donde hay confinadas 70.000 personas para frenar la pandemia.
Los agentes de seguridad Cataluña controlan los accesos de los municipios barceloneses de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena, que desde esta pasada noche están confinados por orden del gobierno regional para evitar la propagación del coronavirus.
Las autoridades recomiendan a los vecinos que permanezcan en sus domicilios hasta el final de la afectación, una medida que estará en vigor, al menos, durante catorce días o hasta que se decrete una nueva resolución que modifique o deje ésta sin efecto.
El gobierno catalán tomó la decisión de confinar la zona después de detectar un brote de coronavirus en el Hospital de Igualada que ha causado tres muertos y medio centenar de infectados, de los que una treintena son profesionales sanitarios.
El crecimiento exponencial del coronavirus en España ha obligado a las autoridades nacionales, regionales y locales a aplicar medidas cada vez más restrictivas, que afectan a la vida personal y laboral de millones de personas de todo el país, y que se ampliarán probablemente.
Madrid, con hospitales saturados, continúa siendo la región más afectada, con más de la mitad de todos los casos, y donde antes comenzaron a tomarse medidas para evitar las grandes aglomeraciones, como la suspensión de las clases presenciales de todos los niveles educativos desde el miércoles pasado, una medida tomada luego por más autoridades regionales.
Los hospitales madrileños están desbordados y con las reservas de sangre en picado, y la Consejería de Sanidad de esta región ha suspendido los permisos y licencias de vacaciones del personal sanitario. Hay cerca de 2.000 infectados y 190 enfermos críticos en unidades de cuidados intensivos.
La capital de España, donde tienen sede los poderes del Estado y numerosas empresas, también se ha visto afectada por el cierre o aplazamiento de actividades de las cámaras legislativas, juzgados, administraciones públicas, instituciones culturales como museos y entdades privadas, mientras que decenas de miles de empleados aplican el teletrabajo.
La política tampoco escapa a la pandemia, con varios eurodiputados contagiados y dos ministras del Gobierno, la responsable de Igualdad, Irene Montero, y la de Política Territorial, Carolina Darias. Incluso los reyes se han hecho las pruebas por precaución.
El Gobierno aprobó un plan de medidas el jueves para tratar de mitigar el impacto de esta crisis por valor de 18.225 millones de euros este año.
Con información de EFE