Las Cataratas del Iguazú ofrecen por estos días una postal pocas veces vista. A la falta de visitantes por la cuarentena que se vive en todo el país por la pandemia del coronavirus, y el cierre de las fronteras para el turismo, se le sumó una de las peores sequías de los últimos años.
La falta de lluvias en la región y el cierre de represas del lado brasileño generó la disminución del caudal de agua, que provocó una bajante histórica para esta atracción turística nacional, ubicada en la provincia de Misiones.
El Intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Acosta, reveló que “si bien las sequías son cíclicas” sorprende el bajo nivel de agua que hoy experimenta el atractivo turístico misionero. “La anterior vez que se dio algo así fue en 2006”, describió el funcionario.
Las Cataratas del Iguazú con una bajante histórica.
“El caudal normal es de 1.500 metros cúbicos por segundo. Hoy andamos por los 289 metros cúbicos y estamos muy por debajo del caudal normal”, explicó Acosta.
“Esto también está influenciado por las siete represas que este río tiene aguas arriba del lado brasileño que, cuando cierran sus compuertas se nota aún más la bajante”, añadió.
“Es raro ver a las Cataratas con poca agua”, dijo Acosta. Los administradores del parque están preparando un material fílmico y fotográfico para mostrar este ciclo de la naturaleza que se ve muy pocas veces.
Las Cataratas del Iguazú con poca agua y sin turistas.
El volumen de agua es el más bajo desde 2005, cuando se llegó a 300 milímetros. En estos momentos tanto el salto Bosetti como el de Dos Hermanas experimentan “bajísimos caudales” de agua, en el marco de un panorama inédito para el centro atractivo turístico ubicado en la provincia de Misiones.
