En un hecho inédito, los cuatro distritos más grandes del país le dijeron no a un decreto presidencial

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La decisión coordinada entre Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires de prohibir las salidas de esparcimiento que la Casa Rosada habilitó por decreto para atenuar el impacto de la cuarentena es una estrategia novedosa.

Es evidente que estos cuatro distritos comparten una problemática común: la de tener que administrar los conglomerados urbanos más poblados del país, en el marco de una pandemia frene a la cual la primera defensa es la distancia social.

La estrategia adoptada inicialmente por la Argentina de “Aislamiento social preventivo y obligatorio” dio sus frutos, aunque en los últimos días empezó a haber señales de cansancio en la población a la vez que aumentaron los contagios. El anuncio presidencial de flexibilización de la cuarentena para distritos de menos de 500 mil habitantes y de una hora diaria para salidas de esparcimiento para toda la población, incluyendo a los grupos de riesgo, dejó en una situación complicada a los gobernadores de esas provincias y al jefe de gobierno de la Ciudad.

Según pudo saber Infobae, desde temprano este domingo los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Omar Perotti (Santa Fe), Juan Schiaretti (Córdoba) y el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, intercambiaron impresiones acerca del decreto que firmó Alberto Fernández unas horas más tarde. Todos coincidieron en la necesidad de poner limitaciones en los grandes conglomerados urbanos de sus distritos para evitar un contagio masivo de coronavirus.

La decisión de tomar distancia de las disposiciones presidenciales fue comunicada por Axel Kicillof a Alberto Fernández: los cuatro mayores distritos del país alcanzaron un acuerdo para limitar las salidas de una hora con fines de esparcimiento en los grandes centros urbanos bajo su órbita. La cuarentena obligatoria seguirá en los mismos términos que hasta ahora en Capital, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

El comunicado conjunto de las cuatro provincias deja bien en claro que “en aquellos grandes aglomerados urbanos con circulación viral no se permitirán las salidas de esparcimiento de una hora» y «el aislamiento social, preventivo y obligatorio se mantiene sin modificaciones”.

La decisión de los gobernadores se tomó también en coordinación con los intendentes.
Tanto Kicillof como Schiaretti y Perotti desde temprano analizaron con los intendentes de las grandes ciudades la necesidad de mantener el régimen estricto de aislamiento para evitar una expansión del COVID-19 que en el futuro pudiera hacer colapsar el sistema hospitalario. Este es un temor que persiste desde el 19 de marzo en que se decretó la cuarentena. La idea latente de una imagen con hospitales colapsadas asusta tanto a intendentes como a gobernadores.

Es decir que los mandatarios de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y CABA asumieron el costo político de esta decisión pero se blindaron de apoyo político con los intendentes.

Estas cuatro provincias nuclean casi el 70% de la población del país; de ahí la importancia de que sus dirigentes hayan considerado importante coordinar su respuesta y mostrar un alto grado de cohesión. “Hay que mostrarse unidos y firmes en cómo debe seguir la cuarentena», explicaron a Infobae allegados a estos gobernadores que, vale recordar, pertenecen todos a corrientes políticas diferentes: Rodríguez Larreta es uno de los creadores del PRO; los otros tres son peronistas pero cada uno revista en una tendencia distinta, lo que hace resaltar todavía más lo inédito de esta iniciativa conjunta. .

Las aclaraciones de las provincias llegan después del anuncio que el presidente Alberto Fernández hizo anoche desde la Residencia de Olivos para extender la cuarentena “administrada” hasta el próximo 10 de mayo inclusive, pero autorizando desde el lunes salidas breves de hasta una hora y en un radio de 500 metros para todos, incluyendo a los grupos de riesgo. En un mensaje grabado, el mandatario anunció además que, en los conglomerados de menos de 500 mil habitantes podría flexibilizarse aún más la cuarentena.

Sin embargo, aún en esos casos, la última palabra la tendrán los gobernadores. Y, por lo visto, están decididos a hacer uso de ella.

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