POR FACUNDO GALLEGO; ESPECIAL PARA LA BANDA DIARIO
Lunes V de Pascua
- Oración inicial
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Señor te doy gracias por este momento de oración que me permites tener en tu presencia amorosa. Concédeme la fe, la esperanza y la caridad sinceras, para que pueda vivir según tu Palabra. Amén.
- Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan (14,21-26)
Jesús dijo a sus discípulos: «El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él».
Judas –no el Iscariote– le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?». Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho».
Palabra del Señor
- Meditación
Como cristianos, estamos llamados a vivir en el amor de Dios. Éste se manifiesta en los grandes beneficios que Dios nos entrega, aún en medio de los más difíciles momentos. Hay amor de Dios tanto en la alegría de las cosas que nos salen bien, como lo hay en la tristeza y en el dolor de las contrariedades de la vida. En ambas, podemos hallar la paz.
Y así como Dios nos ama, también estamos llamados a vivir el amor con los hermanos. A modo de una montaña de copas, como aparecen en las películas, de las que se llena la primera y se la colma, para que derrame su contenido sobre las que están debajo; Dios derrama su amor en nuestra alma, y no podemos contenerlo, no podemos guardarlo: tenemos que vivirlo, compartirlo, derramarlo sobre los demás.
Guardar la Palabra del Señor no es solamente leer la Biblia, sino meditarla en el corazón, tenerla siempre presente, dejarnos transformar interior y exteriormente por ella, y no dejar de ponerla en obras. Así, amaremos más a Dios, y amaremos cada vez más a los que nos rodean. Ensancharemos de tal manera nuestro corazón, que todo el mundo terminará dentro de él.
- Comunión espiritual
Señor, así como deseo guardar tu Palabra, también deseo recibir tu Cuerpo y tu Sangre en el Santísimo Sacramento del Altar. Como ahora no puedo hacerlo, te pido que vengas espiritualmente a mi corazón. Amén.
- Oración final
Señor, gracias por tu amor y tu misericordia. Te agradezco por tu Palabra, que ilumina mi vida y mi realidad. Concede tu bendición a mi corazón, a mi familia y a toda la Iglesia. Protégenos del avance del coronavirus, dale la salud a los enfermos y el eterno descanso a los difuntos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
