«Yo los llamo amigos»

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Por Facundo Gallegos, especial para LA BANDA DIARIO

San Matías, Apóstol

  1. Oración Inicial

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Señor, gracias por este momento de oración que me regalas. Te bendigo porque me has llamado a ser parte de tu Santa Iglesia Católica, fundada por ti mismo y sobre los apóstoles. Hoy, te pido por intercesión de San Matías, que derrames tu bendición sobre mí, para que pueda escuchar tu Palabra y ponerla en práctica en mi vida. Amén.

  1. Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan (15,9-17)

Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.

”Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.”

Palabra del Señor

  1. Meditación

Los que hemos escuchado la Palabra y nos hemos bautizado, hemos sido constituidos amigos de Jesús. Un amigo no es una persona más en nuestra vida, ni tampoco es el que nos ama solamente con palabras. Un amigo es quien celebra nuestras alegrías y triunfos, y llora y consuela en nuestros fracasos. Un amigo es el que tiene el valor de decirnos las cosas en la cara, que nos ayuda cada día a ser mejores, que nos acompaña en nuestro camino a pesar de que no vayamos hacia el mismo sitio. En fin, el amigo siempre procura nuestro bien.

Jesús es el que nos ha dado los mayores bienes: nos ha revelado al Padre (el Sumo Bien), nos ha dado a conocer todo lo que ha oído de Él, nos ha elegido para que fuéramos santos y felices en la tierra y en el cielo, nos ha entregado su Cuerpo y Sangre para el perdón de los pecados; ha sacrificado su vida para nuestra salvación, ha prometido que todo lo que pidamos al Padre en su nombre, Él lo concederá… Nos ha mandado que hagamos lo mismo los unos por los otros.

Amar es buscar el bien del amado: esa es la vida de Dios, y esa es la vida a la que estamos llamados.

  1. Comunión Espiritual

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.

  1. Oración final

Oh Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio de los apóstoles; concédenos, por sus ruegos, que podamos alegrarnos de tu predilección al ser contados entre tus elegidos. Que este Apóstol interceda ante ti y nos consiga abundantes bendiciones y protecciones: defiende a tu Iglesia y al mundo entero del avance del coronavirus; concede la salud a los enfermos y el eterno descanso a los difuntos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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