En la jornada de este miércoles, en una vivienda ubicada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, un trágico episodio provocado por un incidente doméstico ocasionó que una nena de 5 años deba ser internada. Con heridas en su brazo derecho, la pequeña fue trasladada rápidamente a un hospital. Ante el cuadro complejo, fue derivada a otro hospital de la capital entrerriana.
El hecho sucedió mientras la madre de la niña lavaba la ropa. La pequeña se acercó hasta el lugar y colocó su mano derecha en el secarropas, el cual estaba en funcionamiento. Su mamá, quien se encontraba en otro sector de la casa, escuchó los gritos y llantos de su hija, a quien deberán realizarle una cirugía reconstructiva en la extremidad.
Ocurrió pasadas las 16.30 en el domicilio de la familia, ubicado en la calle Sceliga, entre Díaz Vélez y Celia Torrá. Inmediatamente fue trasladada al Hospital Urquiza de Concepción del Uruguay, en donde le realizaron las primeras curaciones. Posteriormente, tras ser estabilizada, fue derivada al Hospital Materno Infantil San Roque, ubicado en la capital, en donde los médicos informaron que “deberá ser sometida a una intervención traumatológica”.
Tras sufrir la grave lesión, la madre llamó a un remís para que se hija pueda ser atendida con rapidez en el hospital más cercano. En el Hospital San Roque de Paraná intentaron salvarle la extremidad, aunque con el correr de las horas las infecciones se acumularon y los médicos debieron amputarle la totalidad del brazo desde el antebrazo.
Los medios locales reflejaron que la familia se encuentra en estado de shock tras lo ocurrido. Por estas horas, tanto ellos como la niña reciben contención psicológica en el hospital.
La víctima se encuentra internada -estable- junto a sus padres, a la espera de que su cuadro mejore y pueda regresar a su casa.
En febrero de este año, tras un hecho similar al acontecido en Entre Ríos, médicos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez reimplantaron con éxito el brazo a un nene de 6 años que también había sufrido la amputación cuando introdujo el miembro superior izquierdo en un secarropas.
“Como ya hicimos un reimplante en un niño en el Gutiérrez, desde el hospital de San Miguel se comunicaron con las autoridades de nuestro hospital, nos comenzaron a llamar y todos estuvimos acá por buena voluntad”, contó Ernesto Varone, traumatólogo infantil y jefe de Miembros Superiores del Gutiérrez, quien el sábado 8 de febrero, cerca de las 20, operó durante más de seis horas al niño que también había sido trasladado y derivado por varios hospitales.
El mismo plantel profesional había realizado, un año antes, otro reimplante a un niño de 5 años que había sufrido la amputación de su mano izquierda tras caer en una de las escaleras mecánicas de la estación ferroviaria de Constitución.
“Hay carencia de equipos de reimplante de miembros superiores en niños, y no es habitual, por eso podríamos estar a disposición cuando se nos necesite. Ahora, funcionamos porque el grupo humano de profesionales lo hace posible. Con todo esto quiero decir que los reimplantes pediátricos se hacen en centros de alta complejidad y son pocos los profesionales entrenados. Nosotros lo hicimos en un hospital público, con compromiso y porque se dieron todas las circunstancias”, sostuvo Varone en una entrevista que le había brindado al diario Crónica.
El médico aclaró que durante las primeras semanas el brazo no tiene función, “porque es tarda los nervios tienen sus tiempos”. Y completó: “Vemos accidentes a causa de los secarropas casi a diario”.