En el NOA, a fin de año solo 3 de cada 10 niños tendrán alimentos y servicios básicos

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En el segundo semestre de este año, solo 3 de cada 10 niños, niñas y adolescentes (NNyA) tendrán cubiertas sus necesidades básicas, de acuerdo con la última estimación del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), en alianza con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Según las previsiones, a raíz de la crisis económica derivada de la pandemia del nuevo coronavirus, hacia fines de este año más del 68% de los chicos en el NOA no accederá a alimentos y servicios básicos para vivir con dignidad.

A nivel nacional, la cifra es un poco menor, del 63 por ciento, por lo que 8,3 millones de niños en el país estarán en situación de pobreza.

Jorge Paz, director del instituto que depende de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), advirtió que en el NOA se debe estimar al menos cinco puntos porcentuales más con respecto al porcentaje nacional.

Estas proyecciones toman como base los datos oficiales de Cuentas Nacionales y Encuesta Permanente de Hogares (EPH), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y los pronósticos de caída del Producto Bruto Interno (PBI) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la Argentina.

El Ielde y Unicef actualizaron la estimación de la pobreza infantil realizada en mayo último, ya que las previsiones del FMI y los pronósticos de la actividad económica variaron mucho desde entonces. Los investigadores advirtieron que no se tuvo en cuenta en el cálculo el impacto que tendrá el IFE.

Mientras hace tres meses se vislumbraba una caída del PBI del 5,7 por ciento, ahora esta pasó a un 9,9 por ciento. La recuperación prevista para 2021 también será más lenta, del 3,9 por ciento, en lugar del 4,4 por ciento previsto en mayo.

El especialista en Inclusión Social de Unicef, Sebastián Waisgrais, evaluó que el reciente acuerdo que el Gobierno nacional logró con los bonistas es «una muy buena noticia, que va a impactar un poco más adelante».

Crece más la indigencia

De acuerdo con las previsiones, la cantidad de chicos que estarán en situación de pobreza en la Argentina pasará de 7,7 a 8,3 millones entre 2019 y 2020.

Mientras a fines del año pasado el 53 por ciento de los niños eran pobres, se espera que este año el porcentaje trepe al 62,9 por ciento.

Paz advirtió que las previsiones de pobreza infantil para el segundo semestre aún están lejos de la situación que se vivió durante 2001 y 2002, cuando la caída del PBI fue del 12%. En ese momento, la pobreza en NNyA rompió la barrera del 70% y en el NOA pudo haber superado el 75%.  En Salta, esta cifra llegó al 80%.

En cuanto a la pobreza extrema o indigencia, se estima que la cantidad de niños que no tendrán garantizado el alimento pasará de 1,8 a 2,4 millones entre 2019 y 2020. Mientras a fines del año pasado esta situación afectaba al 14,1 por ciento de los niños, se prevé que este año llegará al 18,7 por ciento.

«La pobreza aumenta de forma significativa pero, en términos relativos, la pobreza extrema aumenta más», observó Waisgrais y advirtió que la primera crecerá un 18 por ciento interanual, mientras la segunda lo hará un 33 por ciento interanual.

«Los que están más afectados por esta situación son aquellos en situación de indigencia», evaluó, y admitió que en ambos casos la recuperación será lenta.

No se tiene en cuenta el IFE

Los investigadores sociales reconocieron que en esta estimación de la pobreza no se ha tenido en cuenta el impacto del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que dispuso el Gobierno nacional en el marco de la emergencia sanitaria para trabajadores informales y monotributistas de las primeras categorías.

Paz explicó que la estimación se basa en tendencias históricas sobre la relación entre el PBI y la tasa de pobreza y que no se incluyó datos microeconómicos. Evaluó que en futuras estimaciones se podrá incluir el impacto de políticas específicas como el IFE.

De acuerdo con los datos de la 2ª encuesta de percepción y actitudes de la población realizada por Unicef de manera telefónica en 2.525 hogares con niños a nivel nacional y regional, el 57 por ciento está recibiendo alguna transferencia de recursos por parte del Estado nacional. Por eso, Waisgrais mencionó que «sin lugar a dudas, si no tuviéramos un esquema de protección de ingresos, los niveles de pobreza serían mucho más significativos».

Políticas focalizadas

Waisgrais advirtió que frente a un 63 por ciento de pobreza infantil y frente a la pérdida de ingresos que se observa en los hogares, «hay que seguir fortaleciendo la protección de ingresos a los hogares con NNyA».

El experto observó que la situación de pobreza en NNyA varía de acuerdo con dónde está ubicada la vivienda, el clima educativo del hogar, la situación laboral de los referentes y el tipo de conformación del grupo familiar, entre otros aspectos. Por eso, consideró que es necesario que haya políticas públicas «un poco más inteligentes», que busquen reducir estas desigualdades.

Consideró que se necesita complementar medidas de carácter universal, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), con otras focalizadas, que tengan en cuenta las situaciones marcadas por la desigualdad al interior de la pobreza. «La pobreza es mucho más heterogénea como para que una medida alcance para todos», insistió.

Bernardita Ponce Mora/ El Tribuno Salta

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