Por Miguel Coria- Especial para LA BANDA DIARIO
Dentro de esa autoctonía originaria de nuestro pueblo emergieron desde nuestros orígenes, incontables y renombrados trabajadores que poseían el arte y la técnica en la elaboración de productos en forma manuables y de manera tradicional.
Esa técnica artesanal con recursos naturales y sin la ayuda de maquinas o de procesos automatizados, erigió un universo de personas que estaban dentro del bagaje cultural de nuestro pueblo y de su cultura tradicional.
Muchos de ellos desde el anonimato fusionaron esa tradición con su vida diaria, traspasando esas costumbres a sus descendientes que prosiguieron con este arte
milenario y ancestral.
En nuestra ciudad de La Banda muchos de ellos sufrieron el descuido y el rescate de su técnica artesanal; por ello en el mes de nuestra ciudad apelamos a la memoria y la investigación para recobrar su ingenio y saldar una cuenta con esa vida dedicada a
alimentar nuestra idiosincrasia e identidad.
Delmidio «Coco» Arias artesano de la madera y cuero
Don “Coco” Arias nos recibe en su solar del barrio Tabla Redonda donde desde hace
más de setenta años se dedica a las artesanías de madera y cuero. Bajo un árbol
(algarrobo) recibe a sus amigos, aquellos que inundaron su vida de afecto.
El arte en la madera y cuero lo heredó de su padre que vivía e Suri Pozo, Dpto. Banda,
donde el nació hace ochenta y siete años, pero al poco tiempo siendo niño se afinco a
esta ciudad.
Allá en su paraje natal recuerda a su padre cargar en las ancas de su caballo las sillas
de madera que confeccionaba con sus manos laboriosas con asientos de cuero trenzado (sillas materas), recorrer los distintos villorrios del lugar comercializando su producto artesanal o truequeando con carnes y verduras que le servía como sustento alimenticio a su familia.
Evoca también a su progenitor y sus relatos cuando cruzaba el Rio Dulce en bote junto a otras gentes llevando sus artesanías hacia la ciudad capital. Allí fueron muchas las anécdotas puesto que el rio venia crecido. Había que superar la fuerza del agua para no perder el producto, y en muchas ocasiones había que nadar hasta llegar a la otra orilla.
Con el conocimiento del arte ancestral heredado de sus mayores pudo criar a sus diez
hijos y solventar su familia por todos estos años.
Cuenta también que muchos cantores y poetas se llegaron a su patio y como noble
acogedor de amistad los recibe en su humilde morada. Recuerda que en alguna oportunidad lo visitó el consagrado y desaparecido cantor salteño “Chango Nieto”, que
se encariño de un juego de sillas artesanales y se las llevó a su casa.
Los trabajos artesanales de Coco Arias están repartidos en la ciudad y provincia, además sus hijos radicados en Buenos Aires difunden y hacen conocer sus artesanías y ello le valió muchos envíos a la gran urbe.
Cada domingo su patio se llena de voces; son sus amigos que se llegan para disfrutar de
ese lugar y degustar un buen almuerzo, porque también es un gran conocedor de las
artes culinarias tradicionales, y sus empanadas son el placer de muchos de sus visitantes.
Delmidio del Transito Arias, conocido como “don Coco Arias” es un habitante más de esta tierra labradora de nombres que desde su humildad y sencillez fundaron una raigambre y concibieron una vida que les permitió a través de su arte, proyectarse y muchas veces sin percibirlo son protagonistas de una cultura arraigada a este pueblo bandeño. Es por ello que nunca debemos dejar de escarbar nuestra historia y buscar esos personajes que enriquecieron anónimamente nuestras costumbres sosteniendo nuestras tradiciones.