Las provincias comienzan a analizar si habrá clases presenciales antes de que termine el ciclo lectivo, tras el acuerdo alcanzado esta semana por el Consejo Federal de Educación que establece criterios epidemiológicos aceptados por unanimidad por los 24 distritos del país para autorizar un regreso parcial a las aulas.
La provincia de Buenos Aires empezó a definir ayer los distritos «que comenzarán a transitar el regreso a clases» de acuerdo a la resolución del Consejo Federal de Educación, que determinó que esa vuelta será posible exclusivamente en lugares donde haya baja circulación y en espacios abiertos con circulación media de coronavirus.
La Dirección de Cultura y Educación destacó en un comunicado que el regreso «será en etapas» y que primero se convocará a las y los estudiantes que tuvieron un bajo o nulo contacto con la escuela durante la pandemia o los que precisan «un mayor acompañamiento pedagógico».
«Dentro de este grupo, se prevé que tengan mayor frecuencia de clases presenciales quienes estén cursando el último año de primaria y secundaria», y en una segunda etapa y conforme a las condiciones epidemiológicas, «serán gradualmente convocados los demás estudiantes».
En este sentido «se priorizará a toda la matrícula del último y primer año de los niveles primario y secundario, a hijos e hijas de trabajadores esenciales y de la educación, hasta incorporar progresivamente al resto de la matrícula de cada establecimiento educativo».
A su vez, la presidenta del Consejo Escolar de Bahía Blanca, Fabiola Buossi, señaló que, si bien será la provincia quien tome las decisiones, «en principio Bahía Blanca no obtendría el denominado semáforo verde, primero porque hay circulación comunitaria del virus y segundo porque se mantiene alta la cifra de contagios diarios».
Por su parte, el ministro de Educación de Tucumán, Juan Pablo Lichtmajer, dijo que «la semana que viene vamos a presentar un Plan de Transición 2020/21 no solo para garantizar la continuidad pedagógica, sino también para generar un tránsito hacia el año que viene, acreditando saberes pero con evaluaciones formativas y no calificaciones, buscando fortalecer el vínculo entre los estudiantes y las escuelas».
También el ministro de Educación de San Luis, Andrés Dermechkoff, ratificó que el ciclo lectivo 2020 culminará el 22 de diciembre próximo, como estaba previsto, «sin extensiones», al tiempo que fuentes de Educación informaron a Télam que «a fin de año habrá una evaluación y los alumnos del último año de secundario que no acrediten los saberes, tendrán mesas de examen en abril de 2021».
«En este momento y basándonos en los indicadores vigentes, uno debe decir que no están dadas las condiciones para pensar en actividades presenciales», agregaron y destacaron que la decisión responde a que San Luis tiene «un alto porcentaje de alumnos conectados» que han adquirido los conocimientos, por lo que extender el ciclo «sería injusto para ellos» y adelantaron que en función de la evolución de los contagios se analizará la vuelta a las aulas en toda la provincia, «en presencialidad, si no hay riesgo».
El pasado lunes 12, escuelas de localidades sin circulación comunitaria pudieron retomar las clases presenciales y el ministerio evalúa sumar cinco más a la modalidad la próxima semana, al tiempo que la Universidad Nacional de San Luis volvió este viernes a las clases presenciales con modalidad optativa y adaptada.
En Entre Ríos, el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Martín Müller, dijo que evalúan «las condiciones de cada lugar de la provincia para habilitar» las clases presenciales, en conjunto con el Ministerio de Salud provincial.
Müller confirmó a Télam que la intención es «dar la oportunidad de terminar el año con las escuelas abiertas en Entre Ríos, principalmente a los últimos años de cada ciclo», pero eso «depende más de la cuestión sanitaria que educativa».
Por su parte, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), gremio docente mayoritario, pidió a la provincia que «no ceda ante las presiones para el regreso de la presencialidad de manera irresponsable» y que «dedique su esfuerzo a garantizar las condiciones de infraestructura y bioseguridad».
En Tierra del Fuego, el gobernador Gustavo Melella firmó un decreto donde se establece que la finalización del ciclo lectivo será «virtual» y «no presencial», por lo que se reorganizarán los contenidos pedagógicos para completar el ciclo lectivo «en marzo o abril de 2021».
Tampoco en Neuquén el Consejo Provincial de Educación ha definido la vuelta a clases atento al crecimiento sostenido y a la circulación comunitaria de la pandemia en 7 de las ciudades más pobladas de la provincia.
Fuentes de Educación indicaron a Télam que «lo que se aprobó en la reunión que mantuvo el ministro de Educación de la Nación con los representantes de las provincias es una línea de indicadores que permite tener más precisiones a la hora de definir el regreso a la presencialidad».
Por último, en Viedma, Río Negro, fuentes de Salud y de Educación y Derechos Humanos de la provincia informaron que hubo una reunión este viernes con el fin de seguir analizando el regreso presencial a las escuelas y definir pautas desde el punto de vista epidemiológico para evaluar riesgos.
Fuente: telam
