Luis Escañuela Revilla: «Que el Espíritu Santo me impulse a vivir este ministerio con una entrega generosa»

Este jueves, a las 19 horas, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, será instituido como Ministro del Acolitado por monseñor Vicente Bokalic.

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Este jueves, a las 19 horas, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús (barrio San Martín de La Banda) se desarrollará una ceremonia religiosa; oportunidad en la que el seminarista Luis Escañuela Revilla será instituido Ministro del Acolitado. «Espero que el Espíritu Santo me impulse a vivir este ministerio con una entrega generosa«, expresó el joven bandeño.

En diálogo con LA BANDA DIARIO Luis recordó como nació su vocación por el sacerdocio, «en el año 1993 hice mi primera comunión; siempre iba a misa con mi mamá y veía al sacerdote celebrar la Eucaristía y me llamaba la atención los movimientos que hacía. Y le dije a mi madre que yo quería estar ahí».

Ya adolescente (cuando tenía 14 o 15 años), su mamá lo anotó para integre el grupo de Liturgia de la parroquia. «Ahí fui creciendo en lo que era la Eucaristía, la misa, me empezó a gustar. Y venía todos los domingos a ayudar al sacerdote. Además, integré otros grupos», rememoró el seminarista.

Cuando finalizó sus estudios secundarios, le planteó a sus padres que quería ingresar al seminario, sin embargo su padre le sugirió que estudiara una carrera, tenga un título y si seguía con su interés de ser sacerdote podría concurrir al seminario, «entonces estudié el profesorado de Filosofía, ejercí la docencia y recién a los 30 años ingresé al seminario»

«En ese momento hablé con el obispo auxiliar Ariel Torrado Mosconi, y él me fue preparando, ingresé a un grupo que estaba formando. Fui desarrollando mi disernimiento vocacional. A los 17 años ya venía haciendo un camino vocaiconal con el padre Jorge Ramírez que era administrador de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús«, precisó.

Al ser consultado sobre cómo hizo para mantener vivo ese deseo explicó, «yo era más de la casa, y disfrutaba hacer las cosas de la parroquia. Leía muchos libros, me interiorizaba de las cosas y eso fortalecía mi vocación. Participaba de retiros, formaba grupos, y todo eso me ayudó a mantener mi deseo de ser sacerdote».

«Mi mamá y mi hermana siempre venían a misa y ellos me fueron acompañando, no me dejaron solo cuando tuve que ingresar al seminario tanto en Santiago como en Tucumán. Incluso la comunidad misma me acompañó. Desde siempre ellos vieron que a mí me gustaba esto y solían decir ´ahí va el sacha cura´ a modo jocoso. Muchas personas apostaron a esto», contó Escañuela Revilla.

Actualmente Luis se encuentra en la etapa denominada, «Síntesis Vocacional. En este caso el seminarista es ubicado en una parroquia y vive en comunión con el sacerdote, lo acompaña. Por esta cuestión de pandemia, no me pudieron ubicar en una parroquia, pero me pidieron que acompañen a Carlos Paz».

Por esas cosas del destino o mejor dicho por una obra de Dios, Luisito como le dicen sus amigos retornó a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, precisamente al lugar donde tuvo el llamado del Señor. «Me gusta gusta estar con Carlos Paz, lo conocí cuando fue seminarista. Además, conozco la historia de la parroquia y la forma como viene manejando la evangelización. Para mí es una gracia de Dios estar aquí».

Formar líderes

En otro orden de cosas Escañuela indicó que es necesario formar jóvenes líderes, «estuve reunido con monseñor Bokalic y hablamos de la necesidad de formar jóvenes líderes que animen a otros y así la comunidad crezca en fervor y en amor a la Eucaristía, crecer en fe».

«El líder me debe guiar y llevar a Jesús. Un buen líder es que con esfuerzo, y ejemplo me guía a Cristo y eso se hace con la constancia. Un líder ora por el otro, por su comunidad, se sacrifica muchas veces, pero sobre todo no permite que decaiga el fuego del Espíritu en los corazones a los que acompaña», explicó.

Ministerio del Acolitado

En cuanto a lo que significa el Ministerio del Acolitado expresó, «junto con el Ministerio del Lectorado son ministerios laicales es decir lo reciben los laicos. Este ministerio es un gran don que nos regala Dios y que está puesto al servicio de la iglesia, es también un compromiso».

«El acólito acompaña al sacerdote y al diácono en la preparación del altar y funciones de la misa. Está al servicio del altar. Además de preparar la mesa del altar, puede administrar la comunión, incluso llevar la Eucaristía a los que no pudieron venir a la misa«, añadió.

También puede exponer en público al Santísimo para la adoración pero sin bendecir. Otras funciones es la instrucción al coro, guía, monaguillos, ministros de comunión.

«Este ministerio lo debo ejercer por un tiempo, para ir adentrándonos al misterio de la Santa Eucaristía, se nos pide crecer en el amor y dejarnos transfomar por la Eucaristía», sostuvo.

Finalmente Luis Escañuela Revilla manifestó, «los ministerios de Acolitado y Lectorado los reciben los laicos. Pero en mi caso seré instituido, esto significa que seré acólito para siempre. Dios distribuye las gracias y los dones para la edificación de la iglesia, pero siempre te da su gracia para ejercelas. Espero que el Espíritu Santo me impulse a vivir este ministerio con una entrega generosa». 

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