Alberto Fernández sostuvo que el Mercosur es el «proyecto político regional más importante» para la Argentina y bregó para que el bloque se convierta en «la nave insignia del desarrollo sustentable, la innovación tecnológica y la inclusión social» y no se «cierre al mundo de una manera anacrónica».
«Necesitamos más y mejor Mercosur», dijo el mandatario al participar de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y de los Estados Asociados, durante la cual la Argentina recibió la presidencia pro témpore del bloque regional de manos del uruguayo Luis Lacalle Pou para ejercerla durante el primer semestre de 2021.
Fernández ofreció su mensaje desde la residencia presidencial de Olivos, en el marco de la cumbre que se realiza en forma virtual debido a las restricciones impuestas por la pandemia.
«Me hago cargo en un momento difícil pero con mucho entusiasmo. En memoria del querido Tabaré Vázquez asumo la función que me asignan con todo el compromiso y el amor que siento por este continente», expresó el jefe de Estado, al recordar al recientemente fallecido expresidente de Uruguay.
En su discurso previo a asumir, el Presidente agradeció a su par Lacalle Pou por el «éxito» en los «esfuerzos realizados por su gobierno para llevar adelante la agenda del Mercosur en esta emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19».
Ante la presencia de sus pares de Uruguay; de Paraguay, Mario Abdo Benítez, de Brasil, Jair Bolsonaro; de Bolivia, Luis Arce; y de Chile, Sebastián Piñera, Fernández llamó a diseñar «acciones que contribuyan a una recuperación económica» de la región.
«Argentina apuesta a la región como clave del desarrollo humano regional, El Mercosur es el proyecto político regional más importante para nuestro país. Es una política de Estado», dejó en claro el jefe de Estado y compartió el «sueño de un Mercosur distinto, convertido en nave insignia del desarrollo sustentable, la innovación tecnológica y la inclusión social».
«Superar esta pandemia -aseguró- supone que construyamos continentalismo solidario, entendiendo -como suele decir el Papa Francisco- que en ningún lugar del mundo, tampoco en América Latina, nadie se salva solo».
Acompañado en la disertación por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el canciller Felipe Solá, el Presidente sostuvo que «no necesitamos menos Mercosur, necesitamos más y mejor Mercosur» y eso «implica construir un eco Mercosur» para diseñar un «modelo regional bajo en carbono y sustentable».
«Debemos identificar acciones que contribuyan a una recuperación económica sostenible e inclusiva», apuntó y agregó: «Hay que entender que en el mundo de la pospandemia la integración será ecológica o no será».
Dijo también que «más y mejor Mercosur también significa empezar por los últimos, por llegar a todos, ya que no hay integración regional exitosa con una integración social fracasada y no hay una economía robusta con una economía interna desnutrida».
«Es hora de superar la globalización de la indiferencia y construir la universalización de la solidaridad y esa tarea comienza por nuestra nave insignia: el Mercosur, con matices y diversidad», aseveró.
«La dimensión del Mercosur -puntualizó- trasciende el ambiente económico y social que tuvo sus comienzos y ahora abarca mucho más como el intercambio cultural; las políticas migratorias; la democracia y los derechos humanos; y la integración física; la equidad racial y la promoción de la mujer».
En paralelo, evaluó que «la ampliación y la profundización del Mercosur es la herramienta más adecuada para mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos y básicamente para aquellos que se encuentran en situación de mayor vulnerabildad».
En ese punto, dijo que «la incorporación de Bolivia como estado parte será un enorme logro en este objetivo, un verdadero hito en este proceso de integración regional que debemos seguir profundizando».
«Fortalecer el bloque es fundamental para afianzar la posición en las negociaciones comerciales internas», remarcó el mandatario argentino y y puso de relieve que el Mercosur «exporta al mundo más de 120 mil millones de dólares en alimentos».
En sintonía, Fernández señaló que «frente a los desafíos que la pandemia ha generado en materia de crisis alimentaria en el mundo, el Mercosur tiene la oportunidad de jugar un rol importante impulsando un comercio agrícola más abierto».
«Debemos mejorar -reafirmó- las condiciones que enfrentan nuestros productos para ingresar a los mercaos internos así como debemos abrirnos más al comercio internacional preservando nuestras economías», y aclaró que ello «no puede implicar una apertura frívola o principista de la misma forma que tampoco podemos pensar en cerrarnos al mundo de una manera anacrónica».
«Se trata -dijo Fernández- de analizar el verdadero valor de cada acuerdo comercial y avanzar en aquellos casos que realmente podemos lograr una apertura a mercados externos y en ese contexto propongo que reflexionemos sobre las consecuencias de la crisis inclusiva a nuestra estructura productiva».
«Se trata de alcanzar un equilibrio de derechos y obligaciones, de conseguir aperturas de mercados relevantes sin asumir cargas imposibles de cumplir y eso nos exige inteligencia comercial», añadió.
En tanto, Fernández advirtió que «la negociación y firma de acuerdos comerciales sin atender a estas condiciones representa un riesgo y por eso debemos trabajar intensamente en ellos para alcanzar acuerdos junto al sector empresarial y al sector privado, que es una pieza clave».
«Vemos que existen negociaciones que deben ser analizadas cuidadosamente para determinar su verdadera valía y Argentina tiene ciertas expectativas de que ciertos acuerdos puedan finalmente cerrarse pero se trata de firmar instrumentos realistas, posibles, y que mejoren el perfil productivo y exportador sin afectar nuestro empleo», añadió.
«No se debe abordar este desafío desde una retórica binaria y no alcanza solo con pensar políticas comerciales e industriales comunes sino hay que diseñar una estrategia de integración financiera común», aclaró el jefe de Estado en su discurso.
Por último, insistió que «no alcanza con discutir solo aranceles sino que hay que ser capaces de construir una acción común en materia financiera aprovechando tasas de interés casi cero, inexistentes» y llamó a «robustecer la región de las contingencias externas y de los shock de volatibilidad que cada tanto sufrimos».