España está «entrando de lleno en la tercera ola» de la pandemia de coronavirus, «que será más virulenta que las anteriores», alertó ayer el epidemiólogo Daniel López Acuña, exfuncionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras la campaña de vacunación avanzaba más despacio de lo previsto.
España recibió hasta ayer 718.575 dosis de la vacuna estadounidense Pfizer, de las que fueron administradas 82.834.
El aumento de casos se debe a la «relajación» de las medidas de protección, apuntó López Acuña, quien advirtió que esta ola será aún «más virulenta» que las anteriores.
«Estamos en una tendencia ascendente en buena parte de las regiones y, como consecuencia de ella, estamos entrando de lleno en una tercera ola», reiteró el facultativo en declaraciones a medios españoles.
A su juicio, se cometieron «algunos errores» al no haberse decretado «medidas más drásticas», como un confinamiento corto en noviembre.
La campaña de vacunación arrancó en España el 27 de diciembre con ritmos «un poco lentos», según López Acuña, debido a que se paralizó en algunas residencias de ancianos los días 31 de diciembre y 1 de enero.
«Hay que vacunar como si fuera una operación militar y de guerra, sin cesar, todos los días, pues al ritmo que vamos no lograremos la inmunidad de rebaño al final del verano en septiembre», completó.
En sintonía, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, expresó en conferencia de prensa que el país estaba «experimentando un incremento de casos y la pandemia sigue creciendo».
Ante la situación «preocupante» llamó a la población a «no bajar la guardia durante las próximas semanas» y remarcó la necesidad de no «relajar las medidas», que algunos gobiernos regionales comenzaron ayer a endurecer.
Cataluña, por ejemplo, impuso un cierre municipal a partir del jueves próximo y durante 10 días, así como la clausura de centros comerciales
Según los últimos datos, se registraron 241 muertes más desde el pasado jueves.
El Tribuno