Después de haber sido internado en Nepal a raíz de un edema pulmonar y cerebral cuando intentaba escalar uno de los picos más altos del mundo en su campaña «Donar sangre», finalmente ayer Facundo Arana regresó al país.
Arana llegó a Ezeiza acompañado de su mujer, María Susini, quien viajó la semana pasada al encuentro del actor. Al arribar, el protagonista de Vidas robadas expresó que se encontraba bien de salud y que se estaban yendo al médico para que le realice los últimos chequeos. Asimismo, se mostró ansioso por volver a ver a sus hijos.
Pero pese a este traspié en su salud, el actor remarcó que va a volver a intentar escalar el pico más alto del mundo, cuando se dé la ocasión.
La Nación