Al respecto, el Gobierno Nacional prepara el lanzamiento de un nuevo plan Previaje para lo que será el invierno. De todas maneras, los centros de esquí ya asumen que ésta tampoco será una temporada normal y que muy probablemente estén por debajo del público que esquía habitualmente.
De todas maneras, el avance de la vacunación, aunque aún lenta, trae esperanzas a un sector que sufrió un golpe durísimo durante el 2020. “Intentamos trabajar hoy con el concepto de la no pandemia para el invierno, con esto me refiero a que nos centramos en la esperanza de poder abrir aunque obviamente con protocolos”, aseguró Pablo Torres García, presidente de Cerro Bayo. “El avance de la vacunación puede ayudar a traer la tranquilidad que necesitamos”, agregó.
En esa paradisíaca montaña, también se ofrecieron este año tickets con anticipación. “Hicimos una preventa, con la posibilidad de cambiar los tickets para el próximo año o devolución del dinero, en caso de que no se pueda ingresar a la provincia por covid. Hubo movimiento, pero no fue el esperado, la preventa cayó un 50%”, sostuvo Torres García.
Por otro lado, ayer el Gobierno Bonaerense evaluó la posibilidad de restringir la salida de los argentinos al exterior para aquellos países donde circulen las cepas británicas y brasileña. Se espera así, y tal cómo sucedió en el verano, que los destinos locales sean los elegidos del invierno. De seguir la buena performance de enero y febrero, lugares como Bariloche (Cerro Catedral), Villa La Angostura (Cerro Bayo) y Neuquén (Chapelco), entre otros, podrían brillar en las próximas vacaciones. La duda está en qué pasará con el público brasilero, que es uno de los favoritos de la nieve.
En cuanto a los protocolos, continuarán con el aforo reducido en las confiterías, toma de temperatura, distanciamiento obligatorio en las filas para acceder a los medios de elevación, entre otras medidas de prevención.
Hoy, las postales que se ven de los centros de esquí europeos, son muy diversas. Algunos debieron cerrar por el aumento de casos, como por ejemplo en Francia, otros cómo Suiza permiten sólo el acceso al público local y hay casos cómo Noruega dónde las montañas están habilitadas pero no así los eventos.
Andrea Glikman/Ámbito