La Unión Cívica Radical (UCR) definió este domingo la primera de una serie de internas que determinarán el rol que adoptará la fuerza en Juntos Por el Cambio. El partido centenario llevó a cabo la elección provincial en Córdoba donde se impuso Marcos Carasso, intendente de General Cabrera, impulsado por Mario Negri y Ramón Mestre. La semana que viene serán los comicios en Provincia y Ciudad de Buenos Aires.
Voceros del radicalismo informaron ayer a última hora que la lista oficialista, Convergencia Radical, se impuso con el 58% en las elecciones internas que se llevaron a cabo en Córdoba. Carasso triunfó frente a Rodrigo de Loredo, candidato del espacio Sumar, que se adjudicó el 42% de los votos.
Más allá de la discusión sobre quién se hará cargo del Comité provincial, el eje de la disputa se centra en el papel que adoptará el radicalismo dentro de la principal coalición opositora: rol secundario frente al PRO o protagonismo en Juntos Por el Cambio con el objetivo de llegar a la presidencia con un candidato boina blanca en 2023.
Existen dos grandes grupos en tensión que se enfrentan por la representatividad del partido centenario. De un lado, el senador nacional Martín Lousteau, asociado con el diputado Emiliano Yacobitti y el histórico dirigente Enrique “Coti” Nosiglia. Afirman ser la cara de la renovación y de una postura enérgica y rebelde frente al macrismo.
En frente se encuentra la dirigencia tradicional de la UCR, con exponentes como el diputado Negri, el senador Luis Naidenoff, el gobernador Gerardo Morales, el ex vicegobernador bonaerense Daniel Salvador, y el ex legislador Ernesto Sanz. Si bien predican una postura similar del partido, señalan que Lousteau-Nosiglia apuestan por la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta.
Entre Córdoba, la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, concentran cerca del 40% de los convencionales nacionales. Por ello, la importancia de las internas de cara al futuro de Juntos Por el Cambio. La primera disputa se dio ayer en Córdoba, los otros dos distritos se definirán el próximo domingo.
Marcos Carasso, intendente de General Cabrera, recibió el apoyo de dos viejos enemigos que se reconciliaron: Mario Negri y Ramón Mestre. Por su parte, Rodrigo de Loredo, concejal de la capital cordobesa y ex funcionario del Gobierno de Mauricio Macri, contaba con el respaldo de Lousteau.
En la previa, enfrentamiento incluso llegó a la Justicia: el oficialismo que responde a Negri quiso evitar la interna e impugnó a la lista opositora, pero De Loredo, candidato a titular partidario de esta nómina, apeló ante la Justicia y el juez electoral Ricardo Bustos Fierro no hizo lugar a los reclamos y ratificó los comicios del domingo 14.
Si bien estaban habilitados a votar 226.822 afiliados, lo hicieron solo 30.500. Una elección partidaria, no obligatoria y en medio de una pandemia condiciona la participación.
A última hora de la noche, Carasso se atribuyó la victoria. Mientras seguía el conteo de votos, fuentes del radicalismo informaron a Télam que el candidato de Negri y Mestre se impuso con el 58% de los sufragios. En el distrito capital fue reelecto el actual titular, el diputado nacional Diego Mestre, por una diferencia de 400 votos, frente a su contrincante Javier Bee Sellares, de la lista Sumar.
A través de sus redes sociales, Mario Negri felicitó este domingo a Carasso y a Liliana Ruetsch por electos “nuevos presidente y vicepresidente de la UCR de Córdoba”. Y más allá de la disputa interna, convocó a la unidad: “Gracias a todos los militantes de Convergencia. Mañana todos los radicales unidos, Córdoba nos necesita!”.
Las internas del radicalismo continuarán el próximo domingo. En la provincia de Buenos Aires, para presidir la conducción partidaria se enfrentarán el marplatense Maximiliano Abad, presidente del bloque de diputados provinciales y candidato de la dirigencia tradicional de la UCR, y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, el postulante del eje Lousteau-Yacobitti-Nosiglia.
Estarán en condiciones de votar 650.000 afiliados y nadie arriesga un resultado: se supone que Abad llega con más apoyos de figuras partidarias, la mayoría de los intendentes bonaerenses, la Juventud Radical y personalidades que se incorporan como el politólogo Andrés Malamud y el neurólogo Facundo Manes y su hermano Gastón. Pero Posse, además del respaldo de Lousteau, cuenta con 22 años de gestión como jefe comunal de un distrito clave del conurbano, su influencia en la primera y en la tercera sección electoral y el aval de dirigentes históricos como Federico Storani y Juan Manuel Casella.
Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires competirán, en principio, dos listas que coinciden en respaldar la figura de Lousteau como referente de la UCR porteña: el oficialismo de Guillermo de Maya, quien cuenta con el apoyo de Nosiglia, Yacobitti y Rafael Pascual, y una agrupación liderada por Daniel Angelici, el ex presidente de Boca Juniors, junto con legisladores porteños como Martín Ocampo y Ariel Alvarez Palma. Una tercera nómina, integrada por Jesús Rodríguez, Ricardo Gil Lavedra y Luis Brandoni, se presentó en la Justicia para pedir la suspensión de las elecciones con el fin de que se voten también los delegados al Comité Nacional del radicalismo.