Una familia de la localidad de Tajamar, departamento Banda, recibió una multa de parte de la Empresa Distribuidora de Energía Santiago del Estero (Edese) por una supuesta infracción y no cuenta con los medios para responder. Además señalaron que se realizaron todos los pasos correspondientes pero aún no encontraron una solución a esta situación.
En diálogo con LA BANDA DIARIO, Lucía Banegas con domicilio en la localidad de Tajamar comentó: «En el mes de noviembre nos llegó una factura de luz con un costo mayor a los $100.000. Vivimos en una humilde casa de un jubilado con discapacidad; contamos con los recursos justos y necesarios para mantenernos y nos perecía una brutalidad que debamos pagar una factura de un total de ciento veinte mil pesos por lo que nos preocupó mucho«.
«Por el tema de la cuarentena no nos recibían para hacer los reclamos -continuó- desde la empresa nos dieron un número de teléfono. Si nos lográbamos contactar -ya que la señal en esta zona no es buena- nos derivaban a otro y en definitiva las soluciones no llegaban. Cuando recibimos respuesta de la central en Santiago se nos informa que se trataba de una multa que se había generado con un medidor anterior».
Sobre ese punto en particular, Lucía Banegas recordó: «Sí habíamos tenido un problema meses atrás; en esa ocasión llamamos a una guardia de la ciudad de Clodomira y nos dijeron que se habían quemado los fusibles. Nos indicaron que debíamos comunicarnos a Santiago para pedir que vengan a realizar los cambios y eso llevaría de 24 a 48 horas en los que estaríamos sin energía eléctrica. Como mi papá es insulino-dependiente no podíamos quedarnos sin luz por la medicación; entonces les planteo la situación y ellos para darme una solución nos realizaron una conexión provisoria con la condición que nos comuniquemos de inmediato con la Central desde donde tendríamos la solución definitiva».
«Pasaron unos días -continuó- vino un ingeniero y nos dijo que nos iban a cambiar de medidor pero necesitaban que el pilar esté en condiciones por lo que nos dio un plazo de 7 días; con un gran esfuerzo lo hicimos arreglar y a los cuatro día llamamos nuevamente para informar que estaba todo listo para que nos coloquen el nuevo medidor. Efectivamente, vinieron y realizaron el trabajo«.
Sin embargo la situación no terminó allí: «Lo que no sabíamos es que habían labrado un acta señalando que nosotros estábamos en infracción. Por ello, unos días después nos llega la multa. Sinceramente es una vergüenza que debamos pagar una factura de 120.000 pesos y encima tenemos las boletas acumuladas desde esa fecha ya que no nos quieren cobrar el consumo si no pagamos la multa».
Finalmente la damnificada indicó: «No tenemos los medios para abonar ese monto, pero si para hacernos cargo del consumo mensual. Jamás ocultamos la situación, buscamos por todos los medios soluciones y sólo encontramos una respuesta que en definitiva nos perjudicó enormemente».